Ministro de Exteriores de Arabia Saudita Adel al-Jubeir. / Fayez Nureldine / AFP |
Al Jubeir ha dado un plazo de 48 horas "a la misión diplomática iraní, y todas las organizaciones relacionadas con esta", para salir del país.
La tensión en el golfo Pérsico ha alcanzado un nuevo punto álgido, después de que Arabia Saudita ejecutara este sábado a un clérigo chiíta pese a los numerosas peticiones de Irán para que no lo hiciera.
Irán ha elevado una protesta por la ejecución del clérigo Nimr al-Nimr y ha convocado al encargado de negocios saudí.
Protestas que se tornan violentas
La muerte del jeque Nimr ha desatado una fuerte reacción de repulsa, no solo entre los altos cargos de Irán, sino también entre la población. Este sábado manifestantes incendiaron el consulado saudita en la segunda ciudad más grande de Irán, Mashhad.
Horas después la embajada saudí en Teherán también fue objeto de un ataque, cuando manifestantes lanzaron contra la sede cócteles molotov, y luego irrumpieron en el edificio y lo incendiaron. La policía usó los gases lacrimógenos para dispersarlos.
En Irak también han sido convocadas protestas, en particular en la ciudad sagrada chiíta de Kerbala.
Temiendo protestas dentro de sus fronteras, Riad envió este sábado cientos de vehículos armados antidisturbios a la aldea de Awamia, en la región de Qatif, cuna del prominente clérigo chiíta ejecutado.
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