Trump acusa al “estado profundo” de poner trabas al desarrollo de una vacuna para perjudicar sus opciones de reelección en las Presidenciales de noviembre.
“El Estado profundo, o quienquiera que sea en la F-D-A (acrónimo en inglés de la Administración de Alimentación y Medicamentos de EEUU), está poniendo muy difícil que las compañías farmacéuticas consigan a gente para probar las vacunas y las terapias. Obviamente espera retrasar una respuesta hasta después del 3 de noviembre”, ha escrito este sábado el presidente estadounidense, Donald Trump, en su cuenta de Twitter, en referencia a la fecha en que tendrán lugar los comicios presidenciales.
De este modo, Trump se ha hecho eco de las teorías de la conspiración que se vienen divulgando en la red últimamente, alertando de que grupos u organizaciones provenientes de las altas esferas de la política estadounidense estarían tratando de evitar que el magnate neoyorquino se alce con la victoria en la próxima cita electoral, prevista para el primer martes de Noviembre.
De hecho, Trump ha recurrido a la teoría de la conspiración más discutida últimamente en el ámbito de la política estadounidense y que divulgó en su día el internauta conocido como QAnon. Este continúa sumando adeptos en las redes sociales promoviendo la idea de que el denominado ‘Estado profundo’ (Deep state), contrario a la actual Administración norteamericana y envuelto en presuntas actividades ilícitas, pretende dar un golpe de Estado en contra el dirigente republicano con la ayuda de la elite de funcionarios de Washington, estrellas de Hollywood y agentes externos de algunos países rivales.
Tras publicar en otro mensaje: “¡hay que concentrarse en la velocidad y en salvar vidas!”, Trump ha hecho un nuevo llamamiento a la población estadounidense para que dé la espalda a su rival demócrata y favorito en las encuestas, Joe Biden, y ha denunciado la alta delincuencia en las ciudades gobernadas por los demócratas.
Desde hace semanas el mandatario estadounidense viene pronosticando que EE.UU. tendrá una vacuna contra la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, antes de fin de año, a ser posible, a comienzos de noviembre.
La Casa Blanca incluso ha suavizado algunas de las normativas habituales en el desarrollo de fármacos con el previsible objetivo de acelerar la lucha contra la pandemia, pero algunos expertos sostienen que se trata de una maniobra política y aseguran que Trump es consciente de que su carrera política podría depender de la gestión de la crisis sanitaria, pésima hasta ahora, pues EE.UU. lidera la lista de naciones más afectadas tanto por número de contagios, con más de cinco millones, como por número de muertes, con más de 175 mil fallecidos hasta la fecha.
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