Durante las hostilidades por el control de la aldea de Klishchiivka, se libran batallas activas, en las que las fuerzas de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia llevan a cabo una ofensiva, como resultado de la cual las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU) se ven obligadas a retirarse. Las fuentes dicen que gran parte del progreso realizado por las fuerzas ucranianas en los últimos dos meses se ha revertido.
Los ataques a las posiciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania se llevan a cabo utilizando armas de aviación de alta precisión, armas de artillería y drones kamikaze. Las difíciles condiciones meteorológicas, como la lluvia y los fuertes vientos, dificultan el uso de la aviación, pero esto no impide el uso de unidades de tanques y los bombardeos masivos de artillería. Según los informes, el volumen de impacto del fuego en las posiciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania no tiene precedentes en los últimos tiempos.
No se registraron hostilidades activas dentro de la aldea, pero en las afueras, donde se reforzaron las unidades enemigas, se destruyeron las posiciones defensivas. El carácter estratégico de la aldea la convierte en objeto de feroces enfrentamientos, cuyo resultado será importante para el desarrollo ulterior de la campaña militar en la región.
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