El ex jefe de la Oficina de Seguridad Nacional (NSB), de 77 años, un estrecho aliado del presidente Bashar al-Assad, fue supuestamente asesinado después de haber sido recientemente destituido de su cargo y nombrado asesor de seguridad presidencial.
Antes de su destitución, el alto funcionario, que estuvo sujeto a sanciones de la Unión europea y Estados Unidos por presuntas acciones contra manifestantes durante la revolución siria, ocupaba una posición clave en el liderazgo del país. Fue reemplazado por el general Kifa al-Milhem, director de la Dirección de Seguridad Nacional Siria del Partido Baaz.
Según informes de los medios sirios, Mamluk fue hospitalizado después de enfermarse gravemente y posteriormente murió. En 2015 ya corrían rumores sobre su grave estado de salud y su presunta muerte.
Sin embargo, fuentes de la oposición afirman que el mameluco, que pertenece a los alauitas como la familia Assad, fue asesinado por la Guardia Revolucionaria iraní. Se cree que el motivo fue la sospecha de que estaban transmitiendo información sobre sus actividades a las autoridades israelíes.
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