Arabia Saudí encabeza una lista de países (las petro-monarquías), que no sólo rompieron relaciones diplomáticas con Catar, sino que lo han bloqueado por tierra, mar y aire. La excusa: el apoyo al terrorismo. Ese terrorismo del que la propia Arabia Saudí, señalada de estar detrás de los atentados de las torres gemelas en Nueva York el 11S, también es acusada de patrocinar.
El analista internacional Juan Aguilar explica que la posición que exponen ante la opinión pública Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto, a quienes luego se sumaron Libia, Yemen y otros países, para justificar la ruptura de relaciones y el posterior bloqueo, "no cuadran mucho con la realidad".
Aguilar entiende que "es absurda la acusación de que Catar apoya al terrorismo, que es verdad, pues en la misma línea están prácticamente el resto de las petro-monarquías, y todas encabezadas por Arabia Saudí, por lo cual la acusación es realmente ridícula".
El también periodista analiza la situación de cada uno de los países que ha roto relaciones y bloqueado a Catar.
"En Bahréin hay un Gobierno títere que se sostiene por el Ejército saudí; Yemen es un Gobierno títere que ya no está ni siquiera en Yemen, está en Riad y hará lo que le digan los Saúd. Egipto, simplemente está sacándose una espinita, que es la que tiene con los Hermanos Musulmanes que están apoyados por Catar. Igual que Libia, que tiene un Gobierno no reconocido internacionalmente, que no está en Trípoli (que es el reconocido por la ONU), y que es el que apoyaba a Catar. Los Emiratos Árabes Unidos (EAU), harán lo que diga Riad, porque dependen de ellos. Es decir, en el fondo lo que hay es un puñetazo de Arabia Saudí que los demás empujan porque les conviene a sus propios intereses", apunta Aguilar.
Todo comenzó tras la visita de Donald Trump a Arabia Saudí, donde ordenó que todos los esfuerzos tenían que centrarse contra Irán. "Aquí es donde Catar empieza a desencajar", indica Aguilar. Por esos días el jeque Tamim bin Hamad al Thani, pronuncia un discurso en el que "critica la posición de EEUU y se opone al aislamiento del país persa. Asimismo, expresa desacuerdos significativos con la actual administración norteamericana, incluso llega a afirmar la posibilidad de que Donald Trump sea un "caballo perdedor" porque un impeachment lo quite de la presidencia de EEUU", explica Aguilar.
El experto señala que para la Casa Blanca, "la posición de Catar tiene dos puntos gravísimos: el distanciamiento con la administración Trump; y que no tiene intención de aislar a Irán, entre otras cosas porque ambos países comparten el mayor yacimiento de gas natural".
Catar es un puntal estratégico de primer orden en la región, señala el analista, por lo cual EEUU puede hacerse con su control en el momento que lo desee al tener ubicada allí la base militar más grande de la región con unos 11.000 efectivos.
Pero, ¿qué otros motivos hay para esta embestida contra Catar? Juan Aguilar lo explica: "Arabia Saudí está en una situación económica muy mala, como ya he reconocido el Fondo Monetario Internacional, que prevé que no podrá hacer frente a sus presupuestos en los próximos 5 años. Por lo cual no le queda más remedio que seguir la senda que le marque la Casa Blanca. Y esa agenda implica el control en Oriente Medio, aislar a Irán, y tener atados a esos países".
En este contexto, los rivales de Arabia Saudí aprovecharán esta situación. Así, comienzó a producirse un acercamiento entre Catar e Irán, un movimiento peligroso a los ojos de EEUU y las petro-monarquías. Y es que luego de que Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos cerraran su espacio aéreo a Catar, Irán neutralizó esa jugada: anunció que todas las aerolíneas de Catar podrían utilizar su espacio aéreo a partir de 6 de junio.
"Irán también ofreció disponer en 12 horas de un puente aéreo para enviar alimentos, agua potable, y demás insumos a Catar. Esto lo que hace es elevar la tensión, porque es tanto como decirle que se le va a ofrecer a Irán una cabeza de puente en la propia península arábiga, a 30 kilómetros de la base más grande de EEUU con el centro de control de operaciones combinadas", señala Aguilar.
"Esto es un casus belli, no se va a permitir, y si eso llegara a ser así, veríamos algún tipo de agresión militar de Arabia Saudí, o algún tipo de golpe de Estado o similar en Catar. Es por eso que Kuwait, Rusia, Turquía y otros países están llamando a una moderación, y a que Catar, que es el país agredido, no tome ninguna respuesta para no elevar la tensión", apunta el experto.
"Lo mejor que puede hacer ahora mismo la familia real catarí es ponerse de perfil, no responder a nada, callarse y esperar a ver cómo transcurren los acontecimientos. Cualquier movimiento en falso, incendia la región", concluye Juan Aguilar.
El analista internacional Juan Aguilar explica que la posición que exponen ante la opinión pública Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto, a quienes luego se sumaron Libia, Yemen y otros países, para justificar la ruptura de relaciones y el posterior bloqueo, "no cuadran mucho con la realidad".
Aguilar entiende que "es absurda la acusación de que Catar apoya al terrorismo, que es verdad, pues en la misma línea están prácticamente el resto de las petro-monarquías, y todas encabezadas por Arabia Saudí, por lo cual la acusación es realmente ridícula".
El también periodista analiza la situación de cada uno de los países que ha roto relaciones y bloqueado a Catar.
"En Bahréin hay un Gobierno títere que se sostiene por el Ejército saudí; Yemen es un Gobierno títere que ya no está ni siquiera en Yemen, está en Riad y hará lo que le digan los Saúd. Egipto, simplemente está sacándose una espinita, que es la que tiene con los Hermanos Musulmanes que están apoyados por Catar. Igual que Libia, que tiene un Gobierno no reconocido internacionalmente, que no está en Trípoli (que es el reconocido por la ONU), y que es el que apoyaba a Catar. Los Emiratos Árabes Unidos (EAU), harán lo que diga Riad, porque dependen de ellos. Es decir, en el fondo lo que hay es un puñetazo de Arabia Saudí que los demás empujan porque les conviene a sus propios intereses", apunta Aguilar.
Todo comenzó tras la visita de Donald Trump a Arabia Saudí, donde ordenó que todos los esfuerzos tenían que centrarse contra Irán. "Aquí es donde Catar empieza a desencajar", indica Aguilar. Por esos días el jeque Tamim bin Hamad al Thani, pronuncia un discurso en el que "critica la posición de EEUU y se opone al aislamiento del país persa. Asimismo, expresa desacuerdos significativos con la actual administración norteamericana, incluso llega a afirmar la posibilidad de que Donald Trump sea un "caballo perdedor" porque un impeachment lo quite de la presidencia de EEUU", explica Aguilar.
El experto señala que para la Casa Blanca, "la posición de Catar tiene dos puntos gravísimos: el distanciamiento con la administración Trump; y que no tiene intención de aislar a Irán, entre otras cosas porque ambos países comparten el mayor yacimiento de gas natural".
Catar es un puntal estratégico de primer orden en la región, señala el analista, por lo cual EEUU puede hacerse con su control en el momento que lo desee al tener ubicada allí la base militar más grande de la región con unos 11.000 efectivos.
Pero, ¿qué otros motivos hay para esta embestida contra Catar? Juan Aguilar lo explica: "Arabia Saudí está en una situación económica muy mala, como ya he reconocido el Fondo Monetario Internacional, que prevé que no podrá hacer frente a sus presupuestos en los próximos 5 años. Por lo cual no le queda más remedio que seguir la senda que le marque la Casa Blanca. Y esa agenda implica el control en Oriente Medio, aislar a Irán, y tener atados a esos países".
En este contexto, los rivales de Arabia Saudí aprovecharán esta situación. Así, comienzó a producirse un acercamiento entre Catar e Irán, un movimiento peligroso a los ojos de EEUU y las petro-monarquías. Y es que luego de que Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos cerraran su espacio aéreo a Catar, Irán neutralizó esa jugada: anunció que todas las aerolíneas de Catar podrían utilizar su espacio aéreo a partir de 6 de junio.
"Irán también ofreció disponer en 12 horas de un puente aéreo para enviar alimentos, agua potable, y demás insumos a Catar. Esto lo que hace es elevar la tensión, porque es tanto como decirle que se le va a ofrecer a Irán una cabeza de puente en la propia península arábiga, a 30 kilómetros de la base más grande de EEUU con el centro de control de operaciones combinadas", señala Aguilar.
"Esto es un casus belli, no se va a permitir, y si eso llegara a ser así, veríamos algún tipo de agresión militar de Arabia Saudí, o algún tipo de golpe de Estado o similar en Catar. Es por eso que Kuwait, Rusia, Turquía y otros países están llamando a una moderación, y a que Catar, que es el país agredido, no tome ninguna respuesta para no elevar la tensión", apunta el experto.
"Lo mejor que puede hacer ahora mismo la familia real catarí es ponerse de perfil, no responder a nada, callarse y esperar a ver cómo transcurren los acontecimientos. Cualquier movimiento en falso, incendia la región", concluye Juan Aguilar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario