En un reciente informe, la Armada trata de explicar los casos de hipoxia registrados en la cabina de mando de los aviones modelo F/A-18 Hornet y T-45.
El seguimiento de los problemas respiratorios en pilotos empezó a finales de marzo, cuando instructores en las bases en Kingsville, Texas, Meridian, Miss y Pensacola se negaron a sentarse al lado de estudiantes para piloto en la cabina por “preocupaciones acerca del aire contaminado” que circulaba en la zona de control de los aviones y que producía hipoxia.
El almirante Bill Moran, número 2 de la Armada estadounidense, precisó que la Marina de EE.UU. ha recolectado información sobre las causas que provocaron la muerte a cuatro pilotos hace más de una década.
En el quinto caso, el piloto logró saltar del caza antes de sufrir los síntomas, que incluyen desorientación, falta de conciencia o la muerte, indicó la fuente.
La publicación añade que los fallos en el sistema de oxigeno en los F/A-18 Hornet aumentaron de 57 en 2012 a 125 en 2016, mientras que en lo que va de año se ha registrado 52 casos de hipoxia.
Los pilotos en cazas T-45 también han experimentado semejante experiencia.
La hipoxia se ha elevado de 13 en 2012 a 38 en 2016, y en los primeros cinco meses de este año se han registrado 21 casos.
Aunque ninguno de estos últimos casos ha causado la muerte, los estudiantes que sufrieron este problema en T-45 no volvieron a volar.
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