El general de división Yitzhak Brick emitió el jueves varias advertencias sobre la situación del ejército israelí, sus capacidades, municiones, soldados y su futuro en caso de una guerra.
En una entrevista con el canal 7 de la televisión israelí, Brick planteó la posibilidad de un escenario similar al de la guerra de Yom Kipur en 1973 por una serie de razones. Primero, conforme al exalto mando militar, porque los soldados israelíes han perdido su espíritu de lucha por su orgullo, al mismo tiempo que la mayoría de los oficiales israelíes están completamente separados de sus soldados, y no hay reconciliación entre ellos en el campo de batalla.
Además, los oficiales hacen la vista gorda ante los contratiempos, huyen de la responsabilidad, ocultan los problemas y no denuncian incidentes, para no estar sometido a los interrogatorios.
Existe también una especie de descuido profesional de las armas en el campo, ya sea en términos de protección o reparación en caso de avería o cualquier problema técnico en el mismo. Este problema costará en una nueva guerra la vida de muchos soldados y plantea la posibilidad de una verdadera catástrofe militar para Israel, alertó.
Es más, el exgeneral del ejército israelí dijo que el estado de preparación de las fuerzas de guerra del régimen israelí para una próxima guerra es bajo y los soldados no están entusiasmados para luchar, mientras que no conocen los nuevos equipos de combate.
“Estamos en camino de un terrible desastre en la próxima guerra de múltiples frentes”, agregó Brick, considerando que ocultar las debilidades de las fuerzas de guerra de Israel es la razón de todos estos problemas.
En 1973, estalló otra guerra, conocida como la guerra árabe-israelí o la guerra de Yom Kippur, entre el régimen israelí y una coalición de Estados árabes liderada por Egipto y Siria. Esta guerra se inició el 6 de octubre de 1973, considerado como el día más sagrado para Israel, y terminó el 25 de octubre, cuando se declaró el cese al fuego.
Varios expertos militares y funcionarios israelíes han puesto en entredicho, en reiteradas ocasiones, la eficacia de su ejército, reconociendo su débil preparación para un venidero conflicto, y han recomendado al régimen de Tel Aviv que deje de escalar las tensiones con los movimientos de Resistencia Islámica de El Líbano y Palestina, puesto que estos movimientos pueden disparar miles de misiles por día y alcanzar el corazón de los territorios ocupados.
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