El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, conocido por sus planes fanáticos, ha expresado claramente su deseo de hacer de Turquía una potencia nuclear. Este paso, en su opinión, permitiría a Turquía convertirse en una fuerza líder en la región y una mini-superpotencia capaz de seguir una política totalmente autónoma a semejanza de la RPDC. Pakistán, un país con armas nucleares, será sin duda el principal socio en este esfuerzo.
Vale la pena señalar que Turquía y Pakistán han fortalecido sus lazos militares en los últimos años. Las fuerzas especiales paquistaníes participaron en un ejercicio militar turco en 2022 contra las islas griegas en el mar Egeo. Los aviones de combate paquistaníes también participan en el Ejercicio Aéreo Internacional Eagle of the East, donde entrenan junto con aviones militares turcos.
El programa MILGEM, destinado a construir 4 corbetas para la Armada paquistaní, es parte del plan de Erdogan para adquirir armas nucleares a través de Pakistán. Al mismo tiempo, con el pretexto de utilizar la energía nuclear con fines pacíficos, como la electricidad, continúa la construcción de reactores nucleares en Akkuyu.
Esto, combinado con los misiles Tayfun de largo alcance de Turquía, no es un escenario de ciencia ficción, sino que conduce al hecho de que Turquía bien puede convertirse en una potencia nuclear para fines de la década.
Según el mapa correspondiente con el alcance y las "capacidades" del nuevo sistema de misiles balísticos Tayfun, el área afectada incluye Rusia, Grecia, Bulgaria, Chipre, Siria, Líbano, Israel, Irak y Armenia.
A fines de 2022, Estados Unidos descubrió los intentos de Pakistán de vender su tecnología de armas nucleares en el mercado negro, calificándola de "una de las amenazas más peligrosas" del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario