Informes en los medios estadounidenses en los últimos días han indicado que las donaciones del tanque de batalla principal M1A1 Abrams, el pilar del Ejército de Estados Unidos, comenzarán a llegar a Ucrania en los próximos meses.
Al mismo tiempo, se abrirá una instalación de mantenimiento para vehículos avanzados en Polonia, aparentemente para dar servicio a los tanques Abrams vendidos a Varsovia para reemplazar los Leopard 2 que le dio a Ucrania.
Anteriormente se informó que la entrega de los tanques Abrams, que inicialmente se prometieron en enero, tardaría meses en materializarse debido a su avanzada tecnología secreta.
En particular, los Abrams utilizados por el Ejército norteamericano tienen un tipo único de blindaje a base de uranio empobrecido, tan secreto que incluso sus propias tropas no pueden ver el interior sin la debida autorización.
El especialista Michael Maloof, exanalista principal de políticas de seguridad en la Oficina del Secretario de Defensa de Estados Unidos, dijo a Sputnik que los tanques Abrams son máquinas muy complejas que requieren capacitación y herramientas especializadas, que el Ejército ucraniano no está preparado para manejar.
"Nuestros tanques en el Ejército de EEUU tienen las últimas tecnologías. Es un elemento de control de exportaciones, una cuestión de asegurarse que la última tecnología no caiga en las manos equivocadas, por ejemplo si los tanques son capturados", dijo.
"El nivel de tecnología en algunos de estos vehículos es bastante alto. Y como consecuencia Estados Unidos no cree que los ucranianos puedan dominar ese tipo de equipo en tan poco tiempo. Este equipo, parte de él, puede ser demasiado sofisticado. Entonces, es solo una cuestión de la capacidad de los ucranianos para poder no solo manejarlo, sino dominarlo, especialmente en una situación de guerra", apuntó.
"Si están bajo el fuego, la tecnología tiene que convertirse en algo natural y todo esto es nuevo para ellos. Además, el Abrams es una máquina muy técnica. A menos que se les enseñe y entrene con él una y otra vez, su capacidad para mantener la integridad del tanque sin que se destruya es muy baja", estimó.
"El tanque es muy sofisticado, y la capacidad del Abrams para maniobrar y moverse está algo limitada por la capacidad de sus suministros de combustible para mantenerse al día. Consume combustible para aviones. Necesita combustible para aviones", puntualizó, además.
También estableció una analogía entre tratar de conducir un Lamborghini cuando solo se conoce el pilotaje de automóviles Volkswagen. "Así que creo que será un salto bastante grande para ellos pasar del entrenamiento en un periodo de tiempo muy corto al combate real y ser capaces de dominarlo".
El experto que trabajó para el Pentágono dijo que si los soldados ucranianos que manejen los Abrams no tienen cuidado, esos tanques podrían terminar sufriendo el mismo destino que los Leopard 2 que les dieron los países europeos, a pesar de su tecnología y defensas superiores.
"Creo que depende de la competencia de quienes los manejen y de lo familiarizados que estén con el equipo. Dados los niveles de tecnología que tienen, no solo deben saber utilizarlos, sino también tienen que dominar las tácticas en el campo de batalla. Porque hay misiles que pueden penetrar el blindaje de los tanques Abrams y desde una distancia muy larga. Un Javelin [misil antitanque], por ejemplo, probablemente podría destruir un Abrams. Y ese es solo un ejemplo", concluye.
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