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lunes, 31 de julio de 2023

MQ-9 estadounidense escapa de un Su-35 ruso

En respuesta, Estados Unidos ha reforzado su arsenal aéreo desplegando cazas de quinta generación F-22, F-16 y F-35.



El reciente enfrentamiento entre un MQ-9 Reaper de Estados Unidos y un Su-35 ruso en cielo sirio revela un aumento alarmante en las tensiones bélicas aéreas. Esta intensificación del conflicto ofrece un escenario de espectaculares batallas entre aviones de combate y vehículos aéreos no tripulados.

Conflicto aéreo: MQ-9 versus Su-35 en Siria

El 23 de julio, el Comando Central de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (CENTCOM) informó de un dramático duelo aéreo entre un Reaper MQ-9 y un Su-35 de las Fuerzas Aéreas rusas sobre el espacio aéreo sirio. Este tenso encuentro, culminó con el avión no tripulado estadounidense sufriendo daños substanciales en su hélice tras un enfrentamiento con misiles.

Las fotografías reveladas por el Comando muestran de manera evidente el alcance del daño infligido al MQ-9, marcando el último episodio de una serie de provocaciones rusas contra aeronaves no tripuladas estadounidenses en la región. Este incidente es una señal alarmante de un flagrante desprecio por las normas internacionales de seguridad aérea.

El 5 de julio, apenas 18 días antes, un escenario similar se desató cuando un Su-35 ruso realizó maniobras intimidantes cerca de tres Reaper estadounidenses, lanzando bengalas en su camino. Afortunadamente, en esa ocasión, no se reportaron daños.

Antecedentes de tensiones: Encuentros de alto riesgo sobre Siria

En marzo, un evento precursor se produjo cuando un Su-27 Flanker ruso, un avión de combate con un diseño de fuselaje altamente maniobrable similar al del Su-35, ejecutó maniobras peligrosas cerca de un Reaper cerca de Crimea, ocasionando un accidente. Esta escalada en el conflicto aéreo ha llevado a Estados Unidos a incrementar su presencia militar en la región.

En respuesta, Estados Unidos ha reforzado su arsenal aéreo desplegando cazas de quinta generación F-22, F-16 y F-35, así como aviones de ataque A-10, todos ellos dentro del radio de acción operativo del territorio sirio. Se cree que la base de estos aviones se encuentra en Jordania, en las inmediaciones de la zona de conflicto.

El Pentágono ha confirmado que se están analizando diversas opciones militares para responder a la presencia cada vez más agresiva de las fuerzas rusas en Siria.

Rusia en Siria: El juego estratégico del Su-35

Los Su-35 fueron inicialmente desplegados en Siria en 2016 con el objetivo estratégico de neutralizar potenciales amenazas planteadas por la OTAN contra las operaciones de contrainsurgencia de Rusia. Esta movilización fue una respuesta directa a la solicitud del gobierno sirio de ayuda defensiva de Moscú.

En medio del conflicto, los insurgentes restantes en Siria se encuentran atrincherados en enclaves cerca de las fronteras con Turquía e Irak, operando bajo el amparo de las fuerzas militares turcas y estadounidenses. Este despliegue militar es considerado ilegal debido a la falta de sanción por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas o de Damasco.

Además, Estados Unidos ha sido objeto de duras críticas internacionales por la explotación y venta del petróleo sirio del noreste para financiar su presencia militar en la región. Este acto ha sido catalogado como un grave crimen de guerra por numerosos expertos en derecho y política internacionales.

Balance de la contienda: La supremacía aérea del Su-35

Se cree que los Su-35, considerados como los cazas más formidables de Rusia a nivel de escuadrón, han logrado más victorias aire-aire que cualquier otro caza post-Guerra Fría en todo el mundo. Este impresionante récord incluye múltiples victorias contra cazas pesados de alto rendimiento sobre Ucrania.

En Siria, estos cazas se ven respaldados por una robusta red de sistemas de defensa antiaérea terrestres, como los sistemas S-400, y otros cazas como los Su-30SM y los MiG-29 sirios. No obstante, se encuentran superados en número por las fuerzas aéreas de la OTAN desplegadas en todo Oriente Próximo, limitando así la capacidad de Rusia de ejercer presión con su aviación sobre las fuerzas de ocupación occidentales y turcas en territorio sirio.

La situación actual en el escenario sirio sigue siendo precaria y la presión entre las fuerzas rusas y de la OTAN continúa incrementando. Solo el tiempo dirá si las tensiones seguirán en aumento o si se encontrará una solución pacífica a este delicado equilibrio de poder.

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