“No es por el simple deseo o decisión de Bolivia. Es un patrón a nivel de comercio internacional que está generando que haya un aumento progresivo del uso de los yuanes en el comercio exterior”, dijo el ministro de Economía, Marcelo Montenegro. En una rueda de prensa el jueves en La Paz, explicó que en gran parte del mundo existen problemas de liquidez con dólares estadunidenses, lo que genera desconfianza y problemas en los intercambios comerciales.
Muchos exportadores bolivianos están optando por el euro y el yuan para sus operaciones frente a la escasez de dólares. “Es una alternativa más para operar”, defendió esta semana Marcelo Olguín, gerente de la Cámara de Exportadores de Bolivia (Caneb), citado por Ap.
Los tres países sudamericanos que han avanzado en la utilización del yuan en sus transacciones comerciales y financieras tienen en común ser importantes productores de materias primas, tanto agropecuarias (Argentina y Brasil con soya, por ejemplo), como industriales: Bolivia y sus yacimientos de gas y litio, uno de los minerales del futuro, esencial para las baterías de los autos eléctricos y dispositivos móviles. Y a la vez, receptores de un volumen relevante de las inversiones chinas en el exterior.
Entre 2021 y 2022, una vez pasados los efectos más severos de la pandemia, la inversión de China en el mundo sumó 92 mil 310 millones de dólares y de este total, 12 por ciento, es decir, 11 mil 340 millones de dólares, se canalizó en Brasil, México y Argentina de acuerdo con China Global Investment Tracker, una base de datos del Instituto Estadunidense de Empresa (AEI).
Brasil y Argentina, dos de los países que han comenzado a realizar transacciones financieras y comerciales con yuanes, son de los mayores receptores de inversión del país asiático.
En 2021 y 2022, Brasil captó 7 mil 690 millones de dólares de inversiones chinas, 8.3 por ciento del total global. Entre las mayores exportaciones de Brasil a China se encuentran hierro, soya y petróleo crudo.
Argentina, tercera mayor economía de la región, por detrás de México, recibió 2 mil 550 millones de dólares. México, en ese periodo, captó inversiones chinas por mil 100 millones de dólares, según la información recopilada por la AEI.
Moneda de cambio
En Bolivia la moneda china comenzó a ser utilizada esta semana en transacciones comerciales ante la escasez de dólares por la reducción de reservas en divisas, un fenómeno comentado en La Jornada este sábado por David Choquehuanca, vicepresidente del país (https://bit.ly/3rFCQ8z).
“Ya estamos usando el yuan, es una realidad y un buen inicio. Los exportadores de banano, zinc y manufacturas en madera están transando en yuanes, así como importadores de vehículos y bienes de capital”, comentó el ministro Marcelo Montenegro, citado por Ap.
“Se trata de transacciones electrónicas a través del Banco Unión (estatal); no es que van a llegar yuanes en físico”, precisó.
“Desde marzo a la fecha tenemos un total de 278.8 millones de yuanes en operaciones –ingresos y salidas– de comercio exterior”, y agregó que el intercambio, las inversiones y los créditos con el gigante asiático irán en aumento en los siguientes años, tomando en cuenta que empresas chinas se adjudicaron contratos para la construcción de varias plantas industriales, incluida la industrialización del litio con una inversión de 2 mil millones de dólares, que en gran parte serán en yuanes, según la autoridad.
Montenegro agregó que la moneda también podría servir para pagar la deuda que el Estado boliviano tiene con China, de mil 445 millones de dólares, a mayo de 2023.
Argentina –uno de los mayores exportadores mundiales de alimentos que transita una difícil coyuntura económica, agravada por la sequía que golpeó su producción agrícola y acentuó la escasez de reservas internacionales– ha recurrido al financiamiento con yuanes para cumplir sus compromisos financieros con el Fondo Monetario Internacional. A principios de junio el Banco Central de Argentina firmó un acuerdo con China para ampliar una línea de swap (intercambio) de monedas, en un trato que rondaría 10 mil millones de dólares.
Buenos Aires también se sumó a la iniciativa china de la “Franja y la Ruta”, que profundiza la cooperación en áreas como infraestructura, energía, economía, comercio y finanzas.
En mayo pasado, al cumplir la mitad de su mandato de cinco años, el presidente boliviano, Luis Arce, propuso “transar más en yuanes que en dólares frente a un contexto económico internacional adverso”. Ratificó su propuesta en la Cumbre del Mercosur a principios de julio: “La crisis de liquidez de dólares responde a una disputa por el control económico entre China, India, Rusia y Estados Unidos”.
China firmó en 2016 con Chile acuerdos de intercambio de inversiones y divisas, que incluyeron la apertura del primer banco de compensaciones en yuanes de Latinoamérica.
Pekín ha logrado introducir su moneda en América Latina tras afianzarse como un socio comercial clave de la región.
Sin embargo, “el yuan no ha logrado una relevancia internacional suficiente para desplazar al dólar, 70 por ciento de todo el comercio internacional se paga en dólares”, dijo a Sputnik el analista económico argentino Marcelo Elizondo. Subrayó que este cambio no se puede dar a corto plazo, porque las empresas prefieren dólares, y para el uso de las monedas nacionales aún deben darse muchas condiciones institucionales y macroeconómicas, lo que llevaría tiempo, indicó.
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