El 18 de octubre, Estados Unidos realizó pruebas en un túnel subterráneo en su sitio de pruebas nucleares en Nevada. De acuerdo con la información proporcionada por el Departamento de Energía de Estados Unidos, se produjo una explosión química. Un portavoz de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA, por sus siglas en inglés), Corey Hinderstein, argumenta que tales experimentos tienen como objetivo reducir las amenazas nucleares del mundo y mejorar los métodos para detectar pruebas nucleares subterráneas.
El hecho de que estos ensayos se realizaran el mismo día en que la Duma Estatal de la Federación de Rusia retiró la ratificación del Tratado sobre la prohibición de los ensayos nucleares atrae la atención de la comunidad mundial hacia la situación. En contexto, esto puede interpretarse como una respuesta a la medida de Rusia o como una demostración de poder por parte de Estados Unidos.
Anteriormente, Vladimir Yermakov, director del Departamento de No Proliferación y Control de Armas del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, subrayó que Rusia consideraría la posibilidad de realizar pruebas nucleares solo si Estados Unidos tomara tal decisión. Este contexto hace que los acontecimientos actuales sean particularmente significativos y plantea preocupaciones sobre una posible escalada de la confrontación nuclear entre los dos países.
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