Manuel Freytas
Fue casi como un blanqueo de la intervención militar.
Negada hasta ahora como estrategia por Moscú.
Este domingo Putin dijo en el canal estatal ruso Channel 1 que"Rusia no puede estar al margen si se dispara a la gente en Ucrania".
"Los países occidentales debían haber previsto las consecuencias de su intromisión en Ucrania y tenido en cuenta la reacción de Rusia", señaló.
“Esa reacción fue inevitable porque Rusia no podía quedar indiferente ante los fusilamientos de la gente casi a quemarropa”, agregó Putin.
"Debe tenerse en cuenta que Rusia no puede quedarse al margen cuando se está disparando a gente casi a bocajarro", resumió el presidente ruso.
Cuando se le preguntó si era posible predecir el final de la crisis en Ucrania, Putin respondió: "No. Depende en gran medida de la voluntad política de las actuales autoridades ucranianas".
A buen entendedor pocas palabras. Todas las opciones políticas y diplomáticas se agotaron. Putin y Rusia lo saben.
El conflicto llegó a un desenlace estratégico.
Con Rusia y EEUU en las primeras líneas de fuego, y la OTAN en un punto suspensivo.
Y la fase de la militarización no parece tener retorno.
El ejército cipayo ucraniano conducido por el Pentágono lleva más de tres meses de masacre militar continuada contra las poblaciones y los combatientes de las regiones independentistas.
Fuentes rusas contabilizan más de 4.000 muertos. la mayoría civiles, y más de 10.000 heridos.
Las regiones rebeldes están en catástrofe humanitaria y solo cuentan con la ayuda rusa.
La presión de los lideres pro rusos para que Rusia ingrese oficialmente con sus fuerzas militares se hace insostenible.
Putin y Moscú siguieron una estrategia pulida de doble discurso para evitar la intervención militar.
Pero en la última semana las fuerzas represivas ucranianas avanzaron en la toma de ciudades rebeldes.
Y Rusia en forma encubierta reforzó su presencia militar con tanques, blindados y baterías lanzamisiles.
Y los rebeldes recuperaron terreno y avanzaron obligando al repliegue a las fuerzas represivas ucranianas.
Y otro dato precipitó el cambio de Putin.
El gobierno títere de Kiev solicitó la inclusión con carácter de urgencia de Ucrania en la OTAN. Si sucediera eso, la OTAN se vería obligada a intervenir militarmente para defender a un Estado miembro.
Es la carta que juega EEUU para sacar a sus fuerzas de la línea de fuego con Rusia.
Y convertir a la región en un conflicto militar entre Rusia y la OTAN.
La Unión Europea, dependiente energética de Rusia, retrasa la inclusión para evitar una crisis con Moscú.
Y en este escenario de desenlace, Putin salió a mover fichas.
Y además del hecho consumado de presencia militar encubierta, el ingreso de la maquinaria militar rusa estacionada en la frontera aparece como inevitable.
Putin ya juega contra el tiempo.
Y con los lideres occidentales (otan), diría yo
Y está preparando el terreno para el desenlace.
Fuente: https://www.facebook.com/manuel.freytas?fref=ts
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