Amenazan con una guerra en el Cáucaso Norte. Fuente: AFP / East News
El 2 de septiembre el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, llamó a la comunidad internacional a “unirse ante la amenaza del terrorismo internacional y luchar contra ella consecuentemente, sin dobles raseros”.
El ministro ruso declara que la postura de Occidente es inviable, ya que ayuda a luchar contra los combatientes del Estado Islámico en Irak, pero en Siria se reconcilia con ellos porque estos luchan contra el régimen de Bashar al-Asad.
“Debemos unirnos todos en una sólida base para la lucha contra el terrorismo en todas sus manifestaciones, no justificar a los terroristas, no dividirlos entre los 'buenos' y los 'malos', entre los que actúan en contra de un régimen que no es de nuestro agrado (y por lo tanto, podemos hacer la vista gorda) y los que intentan actuar en contra de nuestros objetivos”, declara el jefe de la diplomacia rusa.
Dificultades para llevar a cabo una operación terrestre
El investigador principal del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia Rusa de Ciencias, Gueorgui Mirski, declaró a RBTH que el Estado Islámico supone una “amenaza mortal” que obliga a relegar a un segundo plano el resto de discrepancias existentes, incluido el conflicto en Ucrania.
“En todas sus declaraciones se habla de la recuperación del imperio del islam desde España hasta Bujará. Si los yihadistas del Estado Islámico se hacen con el petróleo kurdo, tendrán recursos suficientes para su expansión. Invadirán Jordania y más tarde Arabia Saudí. Y entonces podremos hablar de un auténtico califato”. El experto recuerda que lasregiones musulmanas de Rusia también son objetivo de los extremistas, en primer lugar el Cáucaso Norte y la Región del Volga.
Mirski opina que el Estado Islámico únicamente puede ser derrotado por la vía militar: no es suficiente con medidas económicas o políticas. Sin embargo, el experto cree que en estos momentos no existen las condiciones adecuadas para llevar a cabo una operación militar terrestre a gran escala contra los yihadistas.
“Por un lado, la sociedad occidental está cansada de las guerras, por lo que debemos descartar el envío de grandes contingentes de infantería a Irak. Por otro lado, el regreso de los estadounidenses a este país proporcionará al Estado Islámico nuevos voluntarios deseosos de luchar contra la alianza de estadounidenses, judíos y chiíes. Por esta razón, la apuesta por los kurdos está ahora justificada. Pero con eso no basta, porque el Estado Islámico tiene bases también en Siria y allí es necesario llegar a un acuerdo para interactuar con Bashar al-Asad”, opina Mirski.
Moscú prefiere los pasos concretos a las negociaciones
El 2 de septiembre el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, llamó a la comunidad internacional a “unirse ante la amenaza del terrorismo internacional y luchar contra ella consecuentemente, sin dobles raseros”.
El ministro ruso declara que la postura de Occidente es inviable, ya que ayuda a luchar contra los combatientes del Estado Islámico en Irak, pero en Siria se reconcilia con ellos porque estos luchan contra el régimen de Bashar al-Asad.
“Debemos unirnos todos en una sólida base para la lucha contra el terrorismo en todas sus manifestaciones, no justificar a los terroristas, no dividirlos entre los 'buenos' y los 'malos', entre los que actúan en contra de un régimen que no es de nuestro agrado (y por lo tanto, podemos hacer la vista gorda) y los que intentan actuar en contra de nuestros objetivos”, declara el jefe de la diplomacia rusa.
Dificultades para llevar a cabo una operación terrestre
El investigador principal del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia Rusa de Ciencias, Gueorgui Mirski, declaró a RBTH que el Estado Islámico supone una “amenaza mortal” que obliga a relegar a un segundo plano el resto de discrepancias existentes, incluido el conflicto en Ucrania.
“En todas sus declaraciones se habla de la recuperación del imperio del islam desde España hasta Bujará. Si los yihadistas del Estado Islámico se hacen con el petróleo kurdo, tendrán recursos suficientes para su expansión. Invadirán Jordania y más tarde Arabia Saudí. Y entonces podremos hablar de un auténtico califato”. El experto recuerda que lasregiones musulmanas de Rusia también son objetivo de los extremistas, en primer lugar el Cáucaso Norte y la Región del Volga.
Mirski opina que el Estado Islámico únicamente puede ser derrotado por la vía militar: no es suficiente con medidas económicas o políticas. Sin embargo, el experto cree que en estos momentos no existen las condiciones adecuadas para llevar a cabo una operación militar terrestre a gran escala contra los yihadistas.
“Por un lado, la sociedad occidental está cansada de las guerras, por lo que debemos descartar el envío de grandes contingentes de infantería a Irak. Por otro lado, el regreso de los estadounidenses a este país proporcionará al Estado Islámico nuevos voluntarios deseosos de luchar contra la alianza de estadounidenses, judíos y chiíes. Por esta razón, la apuesta por los kurdos está ahora justificada. Pero con eso no basta, porque el Estado Islámico tiene bases también en Siria y allí es necesario llegar a un acuerdo para interactuar con Bashar al-Asad”, opina Mirski.
Moscú prefiere los pasos concretos a las negociaciones
El presidente del comité para los Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación, el senador Mijaíl Marguélov, señaló a RBTH que Rusia “está dispuesta a participar en la lucha contra los islamistas radicales de Oriente Próximo, pero que Estados Unidos no desea su participación”.
El experto recuerda que, según la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Jen Psaki, “existe una serie de países que podrían ser más constructivos (que Rusia) en este sentido”.
“Al parecer, sí que es constructivo bombardear la parte del Estado Islámico que se encuentra en Irak y apoyar a la parte que se encuentra en Siria”, declara Marguélov.
El senador también indica que para Estados Unidos el Estado Islámico todavía no se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza: “Si esto fuera así, los estadounidenses no apoyarían al Estado Islámico en Siria, porque esta agrupación está operando allí del mismo modo que en Irak. Y, sin embargo, no he oído ningún juicio a este respecto por parte de Occidente”.
Hablando sobre pasos concretos que podría dar Rusia, el senador subraya que “las negociaciones con los terroristas y la condena verbal de sus acciones es una tarea inútil”.
“Rusia ayudará a Irak de manera más concreta, si su gobierno lo solicita podríamos suministrar a las fuerzas armadas iraquíes armas modernas, como ya hemos hecho con aviones Su-25. Rusia está dispuesta a acordar grandes descuentos para su armamento, lo cual estimulará y agilizará el suministro de armamento estadounidense a Irak”, explica Marguélov.
A la pregunta sobre las posibilidades existentes para la creación de una “coalición antiyihadista”, Mijaíl Marguélov explica que por ahora no queda claro quién podría entrar en esta coalición.
“Se ha hablado mucho de ello, especialmente después del 11 de septiembre. En aquel momento Rusia y Estados Unidos se mostraron dispuestos a unirse contra cualquier amenaza terrorista. Rusia sigue dispuesta a ello. En principio, debería haber un frente antiterrorista unido, pero por ahora sólo hay terroristas: en Siria son 'de los nuestros' y en Irak no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario