Rusia y China, que cada día trabajan juntas en grandes organizaciones internacionales como el BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghai, constituyen juntas una nueva superpotencia. La voluntad de oponerse a la hegemonía de EEUU une a los dos países, señaló el periódico británico The Guardian.
Las dos cumbres de la OCS y el BRICS, celebradas la pasada semana en la ciudad rusa de Ufa, prueban que Moscú juega un papel fundamental en la región de Eurasia, que se desarrolla con gran rapidez.
“Hace falta olvidarse de las cumbres europeas y de las reuniones del G-7. Los países que logran ahora un crecimiento real van a reunirse en el corazón de Rusia, presididos por Vladimir Putin”, señala The Guardian.
“Tras la reunión del BRICS (que une a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) le tocó el turno a la de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). Rusia y China forman parte de estas dos organizaciones así como de otras instituciones geopolíticas, como el Consejo de Seguridad de la ONU, la Cooperación Económica para Asia y el Pacífico, el G-20 etc. Esto prueba que los objetivos de Rusia y China son similares y que su alianza constituye una verdadera superpotencia”, señala el periódico:
The Guardian recuerda que Moscú y Pekín tienen mucho más en común que su extensa frontera de 4.000 kms. Las economías de esos dos países se apoyan en empresas públicas y en grupos económicos que pertenecen a hombres de negocios leales a los respectivos liderazgos.
Rusia y China desarrollan sus exportaciones de hidrocarburos y de productos de amplio consumo. El volumen de los intercambios económicos entre Rusia es China es hoy seis veces mayor que antes. Recientemente, los dos países han firmado el mayor contrato de gas de la historia.
Los dos países desean reducir la influencia de EEUU en el mundo mientras continúan cooperando con Occidente y han puesto en práctica una diplomacia alternativa a la occidental. FUENTE
Las dos cumbres de la OCS y el BRICS, celebradas la pasada semana en la ciudad rusa de Ufa, prueban que Moscú juega un papel fundamental en la región de Eurasia, que se desarrolla con gran rapidez.
“Hace falta olvidarse de las cumbres europeas y de las reuniones del G-7. Los países que logran ahora un crecimiento real van a reunirse en el corazón de Rusia, presididos por Vladimir Putin”, señala The Guardian.
“Tras la reunión del BRICS (que une a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) le tocó el turno a la de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). Rusia y China forman parte de estas dos organizaciones así como de otras instituciones geopolíticas, como el Consejo de Seguridad de la ONU, la Cooperación Económica para Asia y el Pacífico, el G-20 etc. Esto prueba que los objetivos de Rusia y China son similares y que su alianza constituye una verdadera superpotencia”, señala el periódico:
The Guardian recuerda que Moscú y Pekín tienen mucho más en común que su extensa frontera de 4.000 kms. Las economías de esos dos países se apoyan en empresas públicas y en grupos económicos que pertenecen a hombres de negocios leales a los respectivos liderazgos.
Rusia y China desarrollan sus exportaciones de hidrocarburos y de productos de amplio consumo. El volumen de los intercambios económicos entre Rusia es China es hoy seis veces mayor que antes. Recientemente, los dos países han firmado el mayor contrato de gas de la historia.
Los dos países desean reducir la influencia de EEUU en el mundo mientras continúan cooperando con Occidente y han puesto en práctica una diplomacia alternativa a la occidental. FUENTE
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