El exdirector del Mossad, Shabtai Shavit |
El servicio de inteligencia israelí, el Mossad, considera que la conclusión de los diálogos Irán-Grupo 5+1 es una “oportunidad única” para formar una coalición saudí-israelí.
“(Existe) una oportunidad única para tratar de crear una coalición de países árabes moderados, encabezados por (el régimen de) Israel y Arabia Saudí, tanto para enfrenarse a la potencial capacidad nuclear iraní en el futuro como también para crear un nuevo orden en Oriente Medio”, declaró el domingo el exdirector del Mossad, Shabtai Shavit.
(Existe) una oportunidad única para tratar de crear una coalición de países árabes moderados, encabezados por (el régimen de) Israel y Arabia Saudí, tanto para enfrenarse a la potencial capacidad nuclear iraní en el futuro como también para crear un nuevo orden en Oriente Medio”, declaró el domingo el exdirector del Mossad, Shabtai Shavit.
Según los alegatos de Shavit, la conclusión de los diálogos nucleares Irán-Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) y el aumento del extremismo en la región serían las “principales amenazas”, no solo para el régimen de Tel Aviv, sino para varios países árabes de la región.
Irán y el G5+1 posan para los fotógrafos, tras la conclusión de los diálogos nucleares en Viena, capital de Austria. 14 de julio de 2015 |
A este respecto, el exdirector del Mossad (1989-1996) afirmó que países como Arabia Saudí, Egipto, Jordania y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) consideran a Irán como un “adversario” y, “nosotros también somos un miembro de este mismo club”; de manera que se comparten “intereses reales”, señaló.
Sin embargo, reconoció que la formación de una coalición requeriría antes la solución del conflicto palestino-israelí y apuntó que estos podrían desempeñar un “papel constructivo” al respecto.
En este contexto, destacó el fracaso de cualquier intento para lograr una solución al caso, pese a la participación de estadounidenses y europeos, entre otras partes.
“Personalmente, estoy de acuerdo con la participación de Arabia Saudí, Egipto y Jordania, países con los que ya tenemos tratados de paz, y de EAU, su contribución en la solución del caso podría ser considerable”, concluyó.
Después de 18 días de conversaciones maratónicas en Viena, Irán y el Grupo 5+1 llegaron el pasado 14 de julio a una conclusión sobre el Plan Integral de Acción Conjunto, el cual busca la eliminación de las sanciones antiraníes a cambio de algunas restricciones al programa de energía nuclear de Irán.
Tras este hecho, líderes del mundo y países regionales elogiaron el cierre de los diálogos y felicitaron a Irán; únicamente el régimen israelí rechazó el acontecimiento y criticó a las partes.
El primer ministro israelí aseguró el 14 de julio que su régimen no se compromete con el “acuerdo nuclear” entre las grandes potencias e Irán; y alegó que “Irán sigue buscando nuestra destrucción”.
El logro de la conclusión de los diálogos nucleares tuvo lugar pese a los esfuerzos del régimen de Tel Aviv para torpedear el acuerdo. El pasado 22 de marzo, envió una delegación de alto nivel a Francia para convencer al presidente François Hollande de frenar un eventual acuerdo, y perpetró operaciones de espionaje en los diálogos Irán-Grupo 5+1, que se celebraron a puertas cerradas.
Un día antes del anuncio del fin de los diálogos, el diario israelí Haaretz afirmó queNetanyahu perdería “su juguete favorito, su alegría y la fuente de su fuerza”.
El rechazo de Riad y el régimen de Tel Aviv a un acuerdo entre Irán y el Grupo 5+1 y la solución del caso nuclear es tan fuerte que provocó la creación de una extraña alianza entre ellos, diciendo que el acercamiento se debe a la preocupación por la "creciente influencia" del país persa en Oriente Medio.
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