El lunes, Brasil anunció su rechazo a la importación de la vacuna rusa Sputnik V, bajo el pretexto de ausencia de información suficiente en la documentación presentada sobre dicha vacuna.
En reacción, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha manifestado este miércoles que la medida adoptada por Brasil es el resultado de las presiones que Estados Unidos ejerce sobre otros países, lamentando que ya “no tienen vergüenza de dictar sus órdenes en público”.
“El exsecretario del Departamento de Estado de EE.UU. Mike Pompeo viajaba por África y en voz alta y públicamente, en las ruedas de prensa, instaba a sus homólogos a que no cooperaran ni hicieran transacciones con Rusia y China”, ha alegado Lavrov en declaraciones a la agencia rusa de noticias Sputnik.
Según el jefe de la Diplomacia rusa, en Brasil se ha alzado “un movimiento de protesta” contra la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) del país suramericano, que decidió rechazar la importación de la vacuna rusa Sputnik V.
Tras subrayar que muchas naciones buscan tener Sputnik V, Lavrov ha nombrado a Alemania como un país que sus autoridades hablan muy en serio de que podrían usar la vacuna rusa. “Nosotros no vamos a obligar a nadie a que lo haga. Creo que la vida misma lo pondrá todo en su sitio”, ha añadido.
Entretanto, varios informes desvelan que EE.UU. acumula decenas de millones de dosis de la vacuna, de las cuales no va necesitar usarlas.
De hecho, el rechazo a la vacuna rusa se produce en momentos en los que Brasil atraviesa una dramática situación, donde miles de personas pierden la vida diariamente a causa de la pandemia.
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