Así es, en represalia por los anteriores bombardeos norteamericanos contra instalaciones militares de grupos armados afines al gobierno de Irán, así como contra las bases en siria del cuerpo de guardianes de la revolución islámica, este país, Irán, ha ordenado a sus militares, así como a sus grupos paramilitares que operan en Siria, atacar las bases estadounidenses en suelo sirio.
Recordemos que anteriormente Irán ya había destruido bases militares estadounidenses, solo que en esa ocasión se trató de las bases de Ain al Asad y Erbil ubicadas en territorio de Irak, eso en respuesta por la muerte del comandante en jefe de las unidades Quds del cuerpo de guardianes de la revolución islámica de Irán. Entonces Irán atacó ambas bases con misiles balísticos dirigidos, ante lo cual los sistemas de defensa aérea estadounidenses desplegados en ambas bases, los famosos Patriot, no pudieron hacer nada y todos y cada uno de los misiles golpeó con exactitud sus objetivos.
Pues bien, ahora el escenario se repite, solo que en esta oportunidad la zona del conflicto es en territorio de Siria, exactamente en la región ocupada de Deir Ezzor, precisamente donde se ubica la principal base militar de EE.UU. en suelo de Siria.
Y
como en los anteriores ataques a las bases estadounidenses ubicadas en
Irak, ahora también los sistemas antimisiles estadounidenses, los más
modernos y eficaces del mundo, según la prensa occidental, los famosos
Patriot, como los enviados recientemente a Ucrania, no pudieron hacer
nada ante los misiles iraníes y estos golpearon con eficacia todos los
objetivos designados, destruyendo casi por completo la base militar
estadounidense.
Por el momento se habla de un militar muerto y 5
más heridos, pero se entiende que esas son cifras preliminares y ,
además, maquilladas, pues EEUU jamás va a reconocer sus bajas, de tal
modo que si ese es el caso, ya nos podemos ir dando cuenta de la
magnitud de las bajas entre los militares estadounidenses, porque cuando
los ataques a las bases de Ain al Asad y Erbil, las autoridades
estadounidenses tardaron meses en empezar a reconocer las primeras bajas
y los primeros heridos, así como los daños causados a ambas bases; pues
así mismo harán ahora en el caso de su base militar ubicada en Deir
Ezzor.
Pero lo que resulta realmente interesante es comprobar, una
vez más, que los sistemas antiaéreos estadounidenses no son más que
chatarra vieja que ya no sirve para evitar el ataque de unos misiles
casi artesanales, pues estos, los lanzados recientemente contra la base
de Deir Ezzor, son los más básicos dentro del arsenal de Irán y sus
milicias armadas; ahora imagínense lo que pasaría si se enfrentaran
contra los misiles iraníes más modernos, así como contra sus misiles
hipersónicos; pues simplemente que la humillación para el ejército
estadounidense sería tremenda y arruinaría por completo la poca
reputación que aún conservan sus armas entre sus lacayos occidentales,
así como entre sus súbditos de todo el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario