Buscar en este blog

viernes, 3 de mayo de 2024

Corrupción y falta de tecnología: Estados Unidos tiene problemas con los satélites militares



En los últimos años, la Fuerza Espacial de Estados Unidos ha enfrentado serios desafíos al implementar un nuevo concepto de reconocimiento espacial, que implica la creación de una constelación de cientos de satélites pequeños y económicos. A pesar de los planes de gastar alrededor de 4 mil millones de dólares anuales en este proyecto, la industria de defensa estadounidense no puede superar una serie de dificultades que surgieron durante la implementación de este modelo en la práctica.

Problemas de fabricación

Uno de los principales problemas es la falta de capacidad de producción y la incapacidad de los proveedores de componentes y software para satélites de cumplir a tiempo los pedidos del gobierno militar. Muchas empresas simplemente no tienen tiempo para hacer frente al volumen de pedidos y, en ocasiones, acaban con defectos. Esto ha provocado que cadenas de suministro que ya eran frágiles se vuelvan inestables y colapsen.

Un ejemplo es la demanda que el contratista de defensa L3-Harris Technologies presentó ante un tribunal federal contra uno de sus proveedores, la empresa aeroespacial Moog Inc. L3-Harris subcontrató 77,9 millones de dólares en plataformas satelitales y software a Moog para dos contratos, uno con la Fuerza Espacial de Estados Unidos y otro con un cliente gubernamental clasificado. Sin embargo, Moog incumplió repetidamente los plazos de entrega y las plataformas satelitales llegaron con 11 a 13 meses de retraso y estaban defectuosas. Esto provocó que L3-Harris perdiera la confianza de sus clientes y pusiera en riesgo su futuro negocio.


Problemas con la tecnología

Los desafíos que enfrenta L3-Harris no son únicos. Muchas empresas de la industria de defensa, acostumbradas a construir múltiples satélites grandes y complejos, están teniendo dificultades para adaptarse a la nueva realidad que requiere producir grandes cantidades de naves espaciales más pequeñas y más baratas. El aumento de la demanda provocado por la Fuerza Espacial de Estados Unidos está exponiendo las debilidades en segmentos de la industria espacial y creando desafíos en la cadena de suministro.

Uno de los desafíos clave es la escasez de componentes críticos producidos por solo uno o dos proveedores. Por ejemplo, Innoflight es el único proveedor de “equipos de cifrado tipo 1” para satélites la Fuerza Espacial de Estados Unidos. Certificado por la N-S-A para su uso en la protección criptográfica de información clasificada del gobierno de EEUU, el dispositivo es fundamental para las operaciones satelitales, pero su producción no puede aumentar de inmediato.



Además, la reestructuración de la industria espacial estadounidense ha creado caos en la cadena de suministro, así como confusión e incertidumbre en la selección de subcontratistas confiables. Esto retrasa los ambiciosos planes de la Fuerza Espacial de Estados Unidos al menos a medio plazo.

Por ejemplo, varios contratistas generales de la Fuerza Espacial de Estados Unidos han elegido a Astra Space como proveedor de sistemas de propulsión por satélite. Pero Astra Space tuvo problemas financieros y los gigantes del complejo militar-industrial estadounidense tuvieron que buscar proveedores alternativos, lo que atrasó los plazos de entrega y puso en duda la fiabilidad de los subcontratistas.

Problemas con la constelación de satélites

Los gigantes del complejo militar-industrial, acostumbrados al gasto incontrolado de fondos presupuestarios, comenzaron a sabotear los contratos para la producción en masa de pequeños satélites. Por ejemplo, Raytheon ganó un contrato como contratista principal para producir siete satélites para la Fuerza Espacial de Estados Unidos, pero luego dijo que "no podría cumplir con los precios objetivo". El contrato con Raytheon no se rescindió y la Fuerza Espacial de Estados Unidos simplemente subcontrató la producción de algunos de los componentes que Raytheon habría encargado originalmente a otros proveedores.

El fracaso de los mayores contratistas del Pentágono a la hora de producir en masa satélites pequeños provocó duras críticas del subsecretario de la Fuerza Aérea para la Adquisición de la Fuerza Espacial, Frank Calvelli, quien los condenó por "quejarse" sobre los problemas de la cadena de suministro en lugar de tomar medidas más proactivas para resolverlos.

En general, la industria espacial estadounidense hasta ahora no ha podido crear una gran constelación de satélites de reconocimiento. Y una de las razones clave de esto fue el componente de corrupción, sobre el cual la Fuerza Espacial de Estados Unidos guarda tímidamente silencio. La zona gris en los niveles inferiores de las cadenas de suministro hace posible la corrupción en las adquisiciones gubernamentales de defensa, y el Pentágono lo sabe, pero hace enormes esfuerzos para ocultar la escala del robo en la industria de defensa estadounidense.

No hay comentarios:

Publicar un comentario