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viernes, 24 de octubre de 2025

Parece ciencia ficción: el avanzado caza chino de sexta generación se deja ver por primera vez y no tiene rival

Los expertos estiman que el caza J-36 podrá coordinarse en tiempo real con drones de combate y otras aeronaves, marcando un cambio en los cielos.


La carrera por el dominio del cielo ha entrado en una nueva fase. Con avances en tecnologías de sigilo extremo, inteligencia artificial y capacidad autónoma en combate, la aviación militar está experimentando una revolución silenciosa. Estados Unidos lleva décadas marcando el ritmo con proyectos como el bombardero furtivo B-21 Raider o el sorprendente Cessna Caravan propulsado por hidrógeno y diseñado para esquivar radares, y Europa se ha puesto las pilas. Sin embargo, China ya no se limita a mirar desde la barrera. Su respuesta tiene nombre: J-36.

El caza J-36 y la nueva guerra silenciosa: China responde al dominio aéreo de Estados Unidos

Presentado oficialmente durante su segundo vuelo de prueba en marzo, el caza J-36 se ha dejado ver en una nueva imagen que muestra su silueta frontal. Aunque la fotografía se ha viralizado en redes como X (antes Twitter), algunos analistas advierten que podría tratarse de otra recreación artificial. "Se han publicado demasiadas imágenes falsas del J-36", alertan desde círculos especializados, lo que pone en duda la autenticidad de la filtración.

Si damos por buena la imagen, el J-36 presenta tres grandes novedades respecto a sus antecesores. La primera es su cabina de doble piloto: dos pantallas HUD y una cubierta frontal dividida confirman un planteamiento cooperativo a bordo. En segundo lugar, el tren de aterrizaje con dos ruedas delanteras y un conjunto tándem en la parte trasera revela un diseño pensado para soportar peso y maniobras exigentes.

Y por último, lo más llamativo: una toma de aire dorsal sin desviadores y una sección superior inclinada hacia adelante, coronada por un tubo de Pitot, marcan un enfoque aerodinámico enfocado en el rendimiento supersónico.




Desarrollado por la Corporación de la Industria de la Aviación de China (AVIC), el J-36 es, en teoría, un caza de sexta generación. No hay especificaciones oficiales, pero las filtraciones apuntan a un diseño de baja visibilidad (stealth), alas en delta, armas integradas en bodegas internas y sistemas autónomos capaces de tomar decisiones tácticas sin intervención humana directa. Es, básicamente, un cazador invisible que piensa por sí mismo.

Tiene capacidad para coordinarse de forma autónoma con drones, autonomía de 3000 kilómetros y doble piloto

A nivel técnico, se estima un alcance operativo de unos 3000 kilómetros, la capacidad de coordinarse en tiempo real con drones de combate y otras aeronaves aliadas, y un arsenal de sensores que convertirían al J-36 en una plataforma de guerra cognitiva más que en un simple avión de combate.

En cuanto a sus dimensiones, los informes sitúan al aparato en torno a los 22,5 metros de longitud, con una envergadura de 24 metros y un peso máximo al despegue que podría superar las 55 toneladas. Números que lo colocarían por encima de muchos modelos actuales, tanto en tamaño como en ambición tecnológica. China no solo quiere volar alto.

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