La planta de maquinaria de Krasnoyarsk, conocida como el fabricante de los misiles balísticos rusos de lanzamiento submarino, finalizó un proceso de profunda renovación. El nuevo 'producto' de la planta serán los misiles balísticos pesados Sarmat.
La modernización de los equipos marca el restablecimiento de la capacidad autónoma de Rusia de producir misiles intercontinentales pesados, informa Izvestia.
El anterior pilar de la paridad estratégica rusa, los misiles Voevoda (o Satanas, según la OTAN), fueron producidos y mantenidos en el período soviético por la empresa Yuzhmash, ubicada en la actual Ucrania.
Debido a la importancia extrema del proyecto para la defensa de Rusia, la renovación de la Planta de Krasnoyarsk se sometió a un intenso control y monitoreo.
Las nuevas capacidades industriales indican también que el proyecto Sarmat se acerca a su finalización. Desde el 2016 varios componentes del nuevo misil están pasando las pruebas, recuerda el medio. Se espera que a partir de 2018, los primeros Sarmat empiecen a sustituir los Voevoda existentes.
"Actualmente, los misiles rusos Yars ya son capaces de superar cualquier defensa antimisiles en disposición de EEUU", comentó a Izvestia el vicedirector del Instituto de EEUU y Canadá de la Academia de Ciencias de Rusia, Pavel Zolotariov, sobre si los Sarmat son realmente necesarios para la defensa del país.
Por otro lado, el nuevo proyecto busca mantener la paridad estratégica para los años venideros, incluido el desarrollo de las fuerzas nucleares propias y los sistemas antimisiles por EEUU.
Los Sarmat portan más ojivas nucleares maniobrables —que vuelan a velocidad hipersónica— y más blancos falsos, así que serían capaces de superar no solo lo que actualmente está a disposición del potencial rival sino también los sistemas futuros.
En este sentido, la decisión final sobre la aprobación de los Sarmat para el despliegue "también dependerá de factores políticos", precisó Zolotariov, retirado del Ejército ruso con el cargo del general-mayor.
Debido a la importancia extrema del proyecto para la defensa de Rusia, la renovación de la Planta de Krasnoyarsk se sometió a un intenso control y monitoreo.
Las nuevas capacidades industriales indican también que el proyecto Sarmat se acerca a su finalización. Desde el 2016 varios componentes del nuevo misil están pasando las pruebas, recuerda el medio. Se espera que a partir de 2018, los primeros Sarmat empiecen a sustituir los Voevoda existentes.
"Actualmente, los misiles rusos Yars ya son capaces de superar cualquier defensa antimisiles en disposición de EEUU", comentó a Izvestia el vicedirector del Instituto de EEUU y Canadá de la Academia de Ciencias de Rusia, Pavel Zolotariov, sobre si los Sarmat son realmente necesarios para la defensa del país.
Por otro lado, el nuevo proyecto busca mantener la paridad estratégica para los años venideros, incluido el desarrollo de las fuerzas nucleares propias y los sistemas antimisiles por EEUU.
Los Sarmat portan más ojivas nucleares maniobrables —que vuelan a velocidad hipersónica— y más blancos falsos, así que serían capaces de superar no solo lo que actualmente está a disposición del potencial rival sino también los sistemas futuros.
En este sentido, la decisión final sobre la aprobación de los Sarmat para el despliegue "también dependerá de factores políticos", precisó Zolotariov, retirado del Ejército ruso con el cargo del general-mayor.
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