Finalmente llega el día, el día en que desaparece el efectivo y ahora sí nadie podrá comprar ni vender solo aquel que tenga la marca de la bestia, es decir, solo aquel que tenga acceso a un dispositivo inteligente ligado a su propia identidad.
¿Saben que actualmente los Smartphones se desbloquean utilizando solo datos biométricos?, es decir, se desbloquean utilizando la huella dactilar y/o, el iris, y/o, el rostro.
Bueno, pues de ahí el salto a utilizar un número o marca única para cada persona es mínimo. En realidad ese número ya existe, y es el registro único de población (en el caso de México) o número de identidad nacional en otros países.
Bueno, si consideramos que ahora para realizar cualquier transacción, por mínima que sea, es necesario utilizar un teléfono inteligente ligado a nuestra propia identidad, el siguiente paso lógico es que ese dispositivo inteligente se asocie a nuestro número de identidad único y, de ahí, a marcarlo directamente en nuestra piel o implantarlo en nuestro cuerpo.
Entonces se estaría cumpliendo la profecía, y para que eso pase solo falta poco, muy poco, porque al paso que vamos eso se hará de aquí a 5 o diez años, quizá antes.
Pero si consideramos que una crisis económica mundial es inminente, ese sería el pretexto ideal para implantar la marca de la bestia, que no es otra cosa que la implantación de nuestro número único de identidad directamente en la piel, para así identificarnos con él en los puntos electrónicos de venta y, o, directamente con nuestro celular.
¿Y por qué al gobierno y a los bancos les urge eliminar el efectivo?, pues para que nadie escape de la próxima gran crisis económica y así todos nos veamos obligados a dejarnos marcar como ganado.
Pero también hay otra razón de por qué el gobierno intenta retirar el efectivo, y esa es que tratan de evitar que en la próxima gran crisis financiera la gente corra a retirar su dinero del banco para de esa manera poder seguir manteniendo funcional el sistema bancario nacional e internacional; pero en última instancia, de lo que se trata es de hacer que todos paguemos, por igual, a excepción de los multimillonarios, el próximo gran rescate bancario y el próximo rescate de los grandes oligopolios y monopolios; pues si todos pudieran sacar sus ahorros del banco, no habría dinero con que pagar esos nuevos rescates de estos parásitos de la sociedad.
Sí, en la próxima gran crisis todos los bancos caerán, pero como en el 2008, el gobierno los volverá a salvar, haciendo con ello más ricos a los ya de por si súper ricos, mientras que todos los demás nos convertiremos de facto en meros esclavos; esclavos marcados como ganado y que trabajan por un mísero salario, porque de lo contrario, si no te dejas marcar no podrás conseguir ningún trabajo y nadie te empleará, además, no se te podrá pagar y no podrás comprar nada, pues en la práctica no existirás, porque no tendrás ningún reconocimiento legal, no existirás para el sistema.
De esta manera se les dará más dinero gratis a los grandes bancos y grandes empresarios (eso es lo que en realidad representa la flexibilización cuantitativa y los intereses cero y/o negativos que establecen los bancos centrales) para que estos a su vez compren a los empresarios más pequeños y medianos empresarios para así concentrar la riqueza y los medios de producción en menos manos para de esa manera asegurar la esclavitud de todos los demás, pues solo un puñado de sujetos poseerán los medios de producción y las tierras, así cómo a los bancos.
De esta manera ningún empresario podrá competir contra ellos pues ellos tendrán el monopolio y las cadenas de producción y distribución, lo que en la práctica va a significar que los pequeños empresarios no podrán obtener precios competitivos para sus productos pues los grandes monopolios los aplastarán con precios más bajos al poseer ellos los mismos medios de distribución y producción. Eso ya lo estamos viendo con cadenas como Walmart, Amazon, Alibaba, etcétera.
Por otro lado, ya estamos viendo como el fascismo nuevamente recorre el globo terráqueo, y lo podemos ver muy claramente en las aptitudes racistas y supremacistas de Donald Trump y de todos los que le siguen y le apoyan, que desgraciadamente son muchos. Irónicamente entre los que le apoyan hay muchos latinos, mucha gente de color y muchos descendientes de inmigrantes; pero no se dan cuenta que ellos son las próximas víctimas.
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