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jueves, 28 de noviembre de 2019

Relaciones tensas: Turquía pone en duda sus lazos con la OTAN y tiende la mano a Rusia



Ankara se negó a apoyar los planes de la OTAN acerca de la defensa de Polonia y los países bálticos ante la supuesta "agresión rusa". Esta no es la primera vez que la parte turca estropea los planes de la alianza. La pregunta que surge en este contexto es por cuánto tiempo el bloque va a seguir tolerando las acciones independientes de Turquía.

La negativa de la parte turca de dar su respaldo al plan del bloque el pasado 27 de noviembre tiene que ver con la dura condición que impuso. Ankara exige que la alianza reconozca las unidades kurdosirias YPG como terroristas.

El pasado 9 de octubre Turquía lanzó la operación Fuente de Paz en el norte de Siria y la justificó con la necesidad de alejar a las milicias kurdas de su frontera. Ankara las acusa de colaborar con las agrupaciones kurdoturcas que luchan por su independencia desde hace años.

Los turcos toman como rehén a Europa del Este al bloquear la aprobación del plan militar, comentó a Reuters una fuente diplomática que prefirió permanecer en anonimato. Otra fuente anónima calificó las acciones de Turquía de "perturbadoras". Era de esperar que la actitud de Turquía desconcentraría a muchos en Occidente porque esta socava los principios de la organización.

Al mismo tiempo es lógico que Ankara se preocupe ante todo por su propia seguridad y la ponga delante de los intereses de sus aliados. Además, el país otomano está en posición para expresar su opinión puesto que dispone del segundo Ejército más grande en el bloque, después de Estados Unidos. Asimismo, no se puede excluir que de esta manera Ankara paralelamente hizo un gesto de solidaridad con Moscú.

Seguridad nacional ante todo
"La prioridad para Turquía sobre todo es su propia seguridad, sin embargo el apoyo a Rusia también es importante para Ankara e incluso corresponde a sus propios intereses. Al mismo tiempo hay los que dicen que Turquía juega un papel desestabilizador dentro de la OTAN, pero aquí no hay que hacer conclusiones precipitadas", declaró en una entrevista con Sputnik el politólogo turco Ikbal Durre.

Ankara no quiere socavar el funcionamiento de la Alianza Atlántica porque en la etapa actual no está interesada en la desintegración del bloque, añadió.

Después de la disolución de la Unión Soviética ya no quedan amenazas externas para Turquía, sino sí que hay amenazas internas y hay los que consideran que la OTAN juega un papel en la estabilidad dentro del país. Mientras Turquía forma parte de la alianza, su integridad territorial está garantizada, explicó.

No obstante, la cuestión kurda es una de las razones por las que el país otomano tiene discrepancias muy serias con el resto del bloque militar. Pese a la tirante relación entre las dos partes, Turquía espera llegar a un consenso con la OTAN. Al mismo tiempo trata de solucionar el problema interno al usar sus relaciones con Moscú lo que corresponde a los intereses de esta última, subrayó el entrevistado.

Las discrepancias en la alianza acerca de las acciones de la parte turca respecto a la cuestión kurda sí existen, admitió este 28 de noviembre el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Indicó que los miembros del bloque no pueden decidir cómo reaccionar a las operaciones de Ankara en el norte de Siria.

Sin alternativa

Teóricamente es posible que los países de la OTAN, hartos de las acciones demasiado independientes de las autoridades turcas, decidan expulsar al país, pero tal escenario no parece probable porque esto será difícil de hacer, declaró Durre.

En realidad el bloque está interesado en la permanencia de Ankara en sus filas ya que actualmente Ankara, desde el punto de vista estratégico, es su socio crucial en esta región turbulenta. Simplemente no hay alternativa que pueda sustituir a Turquía, agregó.

La canciller federal alemana, Angela Merkel, declaró el pasado 27 de noviembre que Turquía es un socio difícil, pero al mismo tiempo argumentó que es necesario que permanezca dentro de la alianza por razones geoestratégicas.

Además de tener el segundo Ejército más poderoso en la alianza, Turquía goza de un objeto de infraestructura crucial militar para la OTAN, que es la base aérea Incirlik, de donde el bloque efectúa sus operaciones en la región.

"En el contexto del auge de la influencia de Rusia tanto en la región de Oriente Medio como en el mundo la expulsión de Turquía de la organización militar sería un gran error que traería consecuencias muy graves para el bloque en su totalidad", expresó Ikbal Durre.

La expulsión de Turquía de la OTAN la empujará hacia Moscú y esta la recibirá con los brazos abiertos. Por eso es lógico que el bloque se abstenga de las acciones que puedan resultar en la salida del país otomano.

Turquía, un puente entre Occidente y Rusia

"Turquía no quiere y no debe elegir entre Occidente y Rusia, según afirman las propias autoridades turcas. En cualquier caso es evidente que Ankara actuará basándose en sus intereses nacionales y se decantará por una u otra parte dependiendo de la situación. De esta manera va a desarrollar sus relaciones tanto con Occidente como con la Federación de Rusia", señaló.

El país otomano es un puente entre los dos y esto le conviene incluso a Moscú, aseguró el experto.

Turquía, por su parte, trata de no tomar parte en los juegos políticos que están dirigidas contra Rusia. En particular, esto se refleja en la negativa de Ankara a introducir las sanciones antirrusas y, además, tiene una postura bastante prudente hacia Crimea, si bien no lo reconoce como parte de Rusia.

En esencia, Turquía tiene una ubicación geopolítica que no le permite dar la espalda ni a Occidente ni a Rusia. Tampoco es posible teniendo en cuenta las relaciones económicas de Ankara con sus vecinos. Por ejemplo, a través del territorio turco pasa un gasoducto que suministrará Europa con el gas ruso. En este sentido, para Europa es imperativo que haya estabilidad en Turquía, puso de relieve Durre.

Teniendo en cuenta la importancia del gas ruso para los países europeos, las buenas relaciones entre Ankara y Moscú son un factor determinante para la estabilidad por lo cual la amistad ruso-turca le conviene al continente viejo, prosiguió.

¿Ambiciones neotomanas?

Turquía está involucrada cada vez más en los eventos que suceden en Oriente Medio. Algunos atribuyen las actividades de Turquía en la región a la política neotomana del Gobierno turco. De hecho la popularidad del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo —cuyo líder es el presidente Recep Tayyip Erdogan— se debe en gran medida al uso de la retórica neotomana.

El experto confirmó que el presidente turco tiene ciertas ambiciones que tienen como meta restaurar el papel de Turquía como una potencia regional que tiene su influencia en los países que en el pasado formaban parte del Imperio otomano. Uno de los ejemplos más emblemáticos sería la participación de Ankara en la guerra civil siria.

"Sin embargo, es difícil de hacer estas ambiciones realidad porque hay otros jugadores importantes, entre ellos, Rusia. Si no fuera por la involucración de Moscú, Ankara con el apoyo de Washington podría en cierta medida llevar a cabo sus ambiciones en Oriente Medio", dijo el entrevistado.

Rusia es la potencia dominante en Siria, por lo tanto, sería imposible hacer realidad todas las aspiraciones de Turquía. El Gobierno turco lo entiende, por eso, coopera activamente con Moscú y resuelve todas sus discrepancias a través de las negociaciones al más alto nivel.

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