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domingo, 22 de marzo de 2020

Economista francés: "Nos espera lo mismo que sucedió en Venezuela"



Dos economistas de Francia analizan para Sputnik la situación en los mercados mundiales tras las medidas tomadas por la Reserva Federal de EEUU y el Banco Central Europeo en medio de la propagación del coronavirus por América y Europa.

"Los bancos centrales están en un punto muerto. Ya no pueden jugar con las tasas, por lo que comienzan a comprar activos o deudas públicas, en particular como parte de una política de flexibilización cuantitativa, para que haya efectivo. Pero la crisis es tan fuerte que esto ya no funciona. Debe entenderse que antes de la epidemia de coronavirus, la confianza en los bancos centrales ya estaba severamente socavada. Los inversores se dieron cuenta de que los bancos, con sus tasas bajas o incluso negativas, estaban paralizados y que sus manos estaban atadas. Todos aquellos que entendían ya sabían que tal situación podría conducir a una explosión en caso de crisis. Y esto sucedió con el coronavirus, que es un verdadero cisne negro", subraya Philippe Herlin, economista y columnista del medio Or.fr.

Según Herlin, la reacción moderada de los mercados solo confirma la "pérdida de confianza en los bancos centrales", lo que, en sus palabras, es "muy malo" porque conduce a una "pérdida de confianza en la moneda".

Julien Rolland, especialista en bonos de la empresa Aviva Investors, asegura que "el B-C-E confirma su compromiso con el nivel de las tasas y afirma que continuará tomando otras medidas y que no hay límite para lo que puede hacer".

Entonces, ¿estas medidas son solo el comienzo?

"Esto es una locura. En mi opinión, para hacer frente a la crisis, es necesario actuar no a este nivel, sino a nivel de los Gobiernos. Estos últimos, por cierto, hacen un buen trabajo, incluso si tienen que improvisar mucho. Las medidas tomadas en Francia, en Alemania, en Estados Unidos están en la dirección correcta: los plazos para el pago de impuestos se están posponiendo, hay ayuda para empresas que corren el riesgo de quiebra. El objetivo es ayudar a las empresas que han suspendido sus negocios o que tienen poco capital, aquellas que tienen un período de pago de impuestos adecuado o que tienen que pagar un préstamo, esperar por varios meses hasta que esta crisis dure, si todo va bien. Repito: solo a este nivel se debe actuar", explica Herlin.

Advierte que cuando los bancos centrales arrojan dinero, existe el riesgo de que los precios se salgan de control, de una hiperinflación. Citó el ejemplo de la República de Weimar cuando, para apoyar una huelga patriótica, el Gobierno alemán activó la imprenta durante una recesión para pagar los salarios. El resultado es descrito en detalle por Erich Maria Remarque, por ejemplo, en El obelisco negro.
"Nos espera lo mismo que sucedió en Venezuela. Nos enfrentamos a una recesión causada por medidas para contener la epidemia, y esto será seguido por una recesión económica. No piense que podemos recuperarnos de esto en unas pocas semanas. Si los bancos centrales lanzan una impresión, creo que la inflación puede volver. Esto conducirá a una situación extremadamente difícil porque si los precios se salen de control, las tasas de interés aumentarán automáticamente. Esto es todo un desastre en un mundo donde los Estados y las entidades económicas tienen deudas tan grandes", concluye Herlin.

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