“El Líbano no es un país pobre y tiene petróleo y gas, pero Estados Unidos le está impidiendo usarlos por razones políticas”, dijo el lunes Husein al-Hay Hasan, el jefe de la facción Baalbek Hermel en el Parlamento libanés.
En declaraciones durante su reunión con funcionarios de administraciones e instituciones públicas en la gobernación de Baalbek-Hermel (este), Al-Hay Hasan afirmó que El Líbano está atravesando condiciones difíciles que tienen causas internas relacionadas con el sistema económico, y circunstancias externas vinculadas con el asedio y las sanciones en su contra.
Conforme al diputado, si a El Líbano se le hubiera permitido extraer petróleo y gas, habría podido resolver muchos de sus problemas pese a las deudas internas y externa.
El Líbano se ha visto envuelto desde finales de 2019 en una profunda crisis financiera que ha provocado que la libra libanesa perdiera alrededor del 90 % de su valor frente al dólar y provocó el colapso de su sistema bancario.
Sin embargo, desde hace meses, por el aumento de la guerra económica de EE.UU. y una escasez de combustible, el país se ha enfrentado a una crisis política y económica cada vez más grave.
En este mismo contexto, el líder del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá, aseguró el pasado agosto que El Líbano es objeto de una guerra económica impuesta por Estados Unidos.
Nasralá dijo que la crisis política y económica que vive El Líbano no es solo el resultado de problemas internos, sino más bien de una injerencia externa. Aseveró que EE.UU. quiere que Beirut sea humillado y sumiso y que se rinda ante el régimen de Israel.
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