Una mujer recorre las calles militarizadas de El Cairo. (Foto: AFP).
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Este sábado se celebrará el referéndum
sobre la Constitución en Egipto, que con el impulso de Morsi y los
Hermanos Musulmanes busca acelerar la islamización del país.
12 DE DICIEMBRE DE 2012
Egipto atraviesa una semana clave para su futuro como país en un ambiente de tensión entre el Gobierno y la oposición que se ha traducido en manifestaciones en las calles, detenciones y enfrentamientos.
Este miércoles el presidente Morsi ha convocado a los líderes de las fuerzas políticas, en un intento de rebajar la tensión antes del referéndum sobre la Constitución, que se celebrará el próximo sábado y que para muchos llega demasiado pronto.
Eso es lo que opina la Alianza Evangélica Mundial, que a través de la Comisión de Libertad Religiosa ha realizado un análisis sobre el texto propuesto que el presidente Morsi, con el apoyo de los suyos en la cámara, ha elaborado a la espera de lo que diga el pueblo.
“Aunque los Hermanos Musulmanes ha afirmado que quieren islamizar el país de manera gradual y pacíficamente, y con el consenso de los ciudadanos de Egipto – explica el informe de la Alianza Evangélica- la forma en que la Asamblea Constituyente ha dispuesto este proyecto de Constitución, y la rapidez con la cual se realiza el referéndum, apunta hacia un intento encubierto y astuto para socavar la libertad religiosa de las minorías”.
Desde la Comisión consideran que el texto constitucional - propuesto por una asamblea dominada por islamistas - “superpone el papel de la sharia – la ley islámica - en la vida pública y sobre los derechos humanos, tal como lo entiende la comunidad internacional”.
El presidente Mohamed Morsi está acelerando el proyecto de Constitución con la excusa de que el país lo necesita para avanzar. Sin embargo, “el referéndum se llevará a cabo a toda prisa” y esto está alertando no sólo a la oposición sino también en la comunidad internacional. Las protestas aumentaron de forma drástica tras el anuncio de la fecha del referéndum que desde la oposición se entiende como una medida que impedirá tiempo para conocer el alcance de las propuestas.
El proyecto surge de la Asamblea Constituyente, que tras la retirada de todos los representantes de la iglesia ortodoxa copta es de facto un brazo más de los islamistas. A pesar de este dominio, el proyecto de Constitución tampoco satisface plenamente a la facción salafista, la más conservadora del islam. Pero la Alianza Evangélica advierte que el texto “es un motivo de grave preocupación para aquellos que se preocupan por la libertad religiosa”.
UN ACERCAMIENTO AL TEXTO
La Comisión de Libertad Religiosa ha puesto el foco en varios artículos que considera que lesionarán el derecho a la libertad religiosa.
Por ejemplo, los representantes salafistas impulsaron una reelaboración del artículo 2, subrayando que “las reglas de la sharia son la principal fuente de legislación”. Aunque esta redacción fue parcialmente rechazada, finalmente el artículo dice que “los principios de la sharia” serán la base para la ley. “El Islam es la religión del Estado, su idioma oficial el árabe, y los principios de la sharia islámica son la principal fuente de legislación”, puede leerse en el proyecto de Constitución.
Los salafistas también querían que el artículo 5 dijera que “La soberanía sólo pertenece a Dios”. El artículo finalmente afirma: “La soberanía reside en las personas que la ejercen y la protegen, como salvaguarda la unidad nacional y la autoridad que se deriva de ellos, todo ello en la forma prevista en la Constitución”. La Constitución anterior del ex presidente Hosni Mubarak declaraba que “la soberanía corresponde sólo al pueblo”. La palabra “sólo” se ha caído.
RELIGIÓN UNIDA AL ESTADO
Según el artículo 3, los cristianos y los judíos tienen sus propias leyes religiosas sobre asuntos personales y religiosos. Sin embargo, la comunidad bahá'í no se ha incluido en este artículo. “Para los cristianos y los judíos de Egipto, los principios de las leyes religiosas son la principal fuente de legislación en asuntos personales y religiosos, así como en la selección de sus líderes espirituales”, señala el artículo.
Los políticos salafistas también abogaron por darle a la universidad islámica de Al Azhar, regida por la facción islámica suní, la última palabra en la definición de la sharia. Finalmente el artículo 4 prevé que la institución tendrá un papel consultivo. Esto es “un problema”, dice la Alianza, ya que estos representantes no son elegidos por el pueblo aunque tendrán un papel clave en la decisión de lo que constituye la Sharia.
En detalle, el artículo dice: “Al-Azhar es un órgano islámico independiente y solo se ocupa de sus asuntos internos. Su ámbito de aplicación abarca la nación musulmana y (...) El Estado garantiza los fondos suficientes para que alcance sus metas (propagar el islam en el mundo). La ley determina el procedimiento para seleccionar al Imam de Al-Azhar, que serán independiente y no puede ser cesado de su cargo. La opinión del Consejo de Eruditos de Al-Azhar se tendrá en cuenta en asuntos relacionados con la sharia islámica”.
LA 'SHURA', UNA FIGURA ISLÁMICA PARA JUZGAR
De acuerdo con el artículo 6, la “shura”, que no será elegida, será la base del sistema político. También se revoca la prohibición en la Constitución anterior a los partidos políticos basados en la religión. En su lugar, prohíbe a las partes sobre la base de la discriminación. “El sistema político se basa en los principios de la democracia y la shura (consejo), la ciudadanía (en el que todos los ciudadanos son iguales en derechos y deberes), el pluralismo multipartidista, la transferencia pacífica del poder, la separación de poderes y el equilibrio entre ellos, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos y las libertades; y según todo lo previsto en la Constitución, los partidos políticos no podrán establecerse sobre la base de la discriminación entre ciudadanos por motivos de sexo, origen o religión”, afirma.
El artículo 11 define la cultura egipcia y la sociedad en términos árabes. “El Estado protege a la unidad cultural y lingüística de la sociedad egipcia, y trabaja en pro de la arabización de las ciencias y el conocimiento”, dice el artículo.
El artículo 43 limita la libertad religiosa a “las religiones celestiales” - islam, el cristianismo y el judaísmo, reconocidos como “celestiales” por el Estado. “La libertad de creencia es un derecho inviolable. El Estado garantizará la libertad de practicar ritos religiosos y establecer lugares de culto de las religiones divinas, según lo regulado por la ley”, afirma.
LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, AMENAZADA
El artículo 44 lleva una disposición que la convierte en una ley anti-blasfemia. El artículo dice: “Se prohíbe el insulto o el abuso hacia cualquier mensajero o profeta religioso”.
Se ha cerrado además la posibilidad de que una persona pueda dirigirse a las autoridades en nombre de un colectivo o institución, lo que según expertos limitará la obra de la iglesia a través de sus organizaciones. “Todo individuo tiene derecho a dirigirse a las autoridades públicas por escrito y bajo su propia firma. Las solicitudes no deben estar a nombre de ningún grupo, con la excepción de las personas jurídicas”, señala otro artículo.
CONTROL ISLÁMICO FORTALECIDO
La Constitución anterior decía que uno de los deberes del presidente es proteger la unidad nacional, que tradicionalmente ha sido entendida como las relaciones entre musulmanes y cristianos. Sin embargo, el artículo 132 elimina este deber presidencial, y dice así: “El Presidente es el Jefe de Estado y el jefe del poder ejecutivo. Él vela por los intereses de las personas, protege la integridad territorial y la independencia de la patria, y vigila la separación entre los poderes”.
El texto propone la formación de un nuevo organismo con amplios poderes para regular y supervisar tanto las dotaciones públicas como las privadas. Esto puede ser visto como un intento de poner a la iglesia bajo control islamista. “La Fundación de Alta Autoridad regula, supervisa y controla las dotaciones públicas y privadas, garantiza su adhesión a estándares razonables administrativos y económicos, y crea conciencia acerca de la dotación de la sociedad”, señala el artículo.
Es por todos estos motivos que la Comisión de Libertad Religiosa estima que esta Constitución, así como la forma en la que se ha acelerado el referéndum, suponen muestras del intento de islamización del país detrás del que se encuentran los Hermanos Musulmanes, con el apoyo del actual presidente, Mohamed Mursi.
Fuentes: WEAEste miércoles el presidente Morsi ha convocado a los líderes de las fuerzas políticas, en un intento de rebajar la tensión antes del referéndum sobre la Constitución, que se celebrará el próximo sábado y que para muchos llega demasiado pronto.
Eso es lo que opina la Alianza Evangélica Mundial, que a través de la Comisión de Libertad Religiosa ha realizado un análisis sobre el texto propuesto que el presidente Morsi, con el apoyo de los suyos en la cámara, ha elaborado a la espera de lo que diga el pueblo.
“Aunque los Hermanos Musulmanes ha afirmado que quieren islamizar el país de manera gradual y pacíficamente, y con el consenso de los ciudadanos de Egipto – explica el informe de la Alianza Evangélica- la forma en que la Asamblea Constituyente ha dispuesto este proyecto de Constitución, y la rapidez con la cual se realiza el referéndum, apunta hacia un intento encubierto y astuto para socavar la libertad religiosa de las minorías”.
Desde la Comisión consideran que el texto constitucional - propuesto por una asamblea dominada por islamistas - “superpone el papel de la sharia – la ley islámica - en la vida pública y sobre los derechos humanos, tal como lo entiende la comunidad internacional”.
El presidente Mohamed Morsi está acelerando el proyecto de Constitución con la excusa de que el país lo necesita para avanzar. Sin embargo, “el referéndum se llevará a cabo a toda prisa” y esto está alertando no sólo a la oposición sino también en la comunidad internacional. Las protestas aumentaron de forma drástica tras el anuncio de la fecha del referéndum que desde la oposición se entiende como una medida que impedirá tiempo para conocer el alcance de las propuestas.
El proyecto surge de la Asamblea Constituyente, que tras la retirada de todos los representantes de la iglesia ortodoxa copta es de facto un brazo más de los islamistas. A pesar de este dominio, el proyecto de Constitución tampoco satisface plenamente a la facción salafista, la más conservadora del islam. Pero la Alianza Evangélica advierte que el texto “es un motivo de grave preocupación para aquellos que se preocupan por la libertad religiosa”.
UN ACERCAMIENTO AL TEXTO
La Comisión de Libertad Religiosa ha puesto el foco en varios artículos que considera que lesionarán el derecho a la libertad religiosa.
Por ejemplo, los representantes salafistas impulsaron una reelaboración del artículo 2, subrayando que “las reglas de la sharia son la principal fuente de legislación”. Aunque esta redacción fue parcialmente rechazada, finalmente el artículo dice que “los principios de la sharia” serán la base para la ley. “El Islam es la religión del Estado, su idioma oficial el árabe, y los principios de la sharia islámica son la principal fuente de legislación”, puede leerse en el proyecto de Constitución.
Los salafistas también querían que el artículo 5 dijera que “La soberanía sólo pertenece a Dios”. El artículo finalmente afirma: “La soberanía reside en las personas que la ejercen y la protegen, como salvaguarda la unidad nacional y la autoridad que se deriva de ellos, todo ello en la forma prevista en la Constitución”. La Constitución anterior del ex presidente Hosni Mubarak declaraba que “la soberanía corresponde sólo al pueblo”. La palabra “sólo” se ha caído.
RELIGIÓN UNIDA AL ESTADO
Según el artículo 3, los cristianos y los judíos tienen sus propias leyes religiosas sobre asuntos personales y religiosos. Sin embargo, la comunidad bahá'í no se ha incluido en este artículo. “Para los cristianos y los judíos de Egipto, los principios de las leyes religiosas son la principal fuente de legislación en asuntos personales y religiosos, así como en la selección de sus líderes espirituales”, señala el artículo.
Los políticos salafistas también abogaron por darle a la universidad islámica de Al Azhar, regida por la facción islámica suní, la última palabra en la definición de la sharia. Finalmente el artículo 4 prevé que la institución tendrá un papel consultivo. Esto es “un problema”, dice la Alianza, ya que estos representantes no son elegidos por el pueblo aunque tendrán un papel clave en la decisión de lo que constituye la Sharia.
En detalle, el artículo dice: “Al-Azhar es un órgano islámico independiente y solo se ocupa de sus asuntos internos. Su ámbito de aplicación abarca la nación musulmana y (...) El Estado garantiza los fondos suficientes para que alcance sus metas (propagar el islam en el mundo). La ley determina el procedimiento para seleccionar al Imam de Al-Azhar, que serán independiente y no puede ser cesado de su cargo. La opinión del Consejo de Eruditos de Al-Azhar se tendrá en cuenta en asuntos relacionados con la sharia islámica”.
LA 'SHURA', UNA FIGURA ISLÁMICA PARA JUZGAR
De acuerdo con el artículo 6, la “shura”, que no será elegida, será la base del sistema político. También se revoca la prohibición en la Constitución anterior a los partidos políticos basados en la religión. En su lugar, prohíbe a las partes sobre la base de la discriminación. “El sistema político se basa en los principios de la democracia y la shura (consejo), la ciudadanía (en el que todos los ciudadanos son iguales en derechos y deberes), el pluralismo multipartidista, la transferencia pacífica del poder, la separación de poderes y el equilibrio entre ellos, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos y las libertades; y según todo lo previsto en la Constitución, los partidos políticos no podrán establecerse sobre la base de la discriminación entre ciudadanos por motivos de sexo, origen o religión”, afirma.
El artículo 11 define la cultura egipcia y la sociedad en términos árabes. “El Estado protege a la unidad cultural y lingüística de la sociedad egipcia, y trabaja en pro de la arabización de las ciencias y el conocimiento”, dice el artículo.
El artículo 43 limita la libertad religiosa a “las religiones celestiales” - islam, el cristianismo y el judaísmo, reconocidos como “celestiales” por el Estado. “La libertad de creencia es un derecho inviolable. El Estado garantizará la libertad de practicar ritos religiosos y establecer lugares de culto de las religiones divinas, según lo regulado por la ley”, afirma.
LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, AMENAZADA
El artículo 44 lleva una disposición que la convierte en una ley anti-blasfemia. El artículo dice: “Se prohíbe el insulto o el abuso hacia cualquier mensajero o profeta religioso”.
Se ha cerrado además la posibilidad de que una persona pueda dirigirse a las autoridades en nombre de un colectivo o institución, lo que según expertos limitará la obra de la iglesia a través de sus organizaciones. “Todo individuo tiene derecho a dirigirse a las autoridades públicas por escrito y bajo su propia firma. Las solicitudes no deben estar a nombre de ningún grupo, con la excepción de las personas jurídicas”, señala otro artículo.
CONTROL ISLÁMICO FORTALECIDO
La Constitución anterior decía que uno de los deberes del presidente es proteger la unidad nacional, que tradicionalmente ha sido entendida como las relaciones entre musulmanes y cristianos. Sin embargo, el artículo 132 elimina este deber presidencial, y dice así: “El Presidente es el Jefe de Estado y el jefe del poder ejecutivo. Él vela por los intereses de las personas, protege la integridad territorial y la independencia de la patria, y vigila la separación entre los poderes”.
El texto propone la formación de un nuevo organismo con amplios poderes para regular y supervisar tanto las dotaciones públicas como las privadas. Esto puede ser visto como un intento de poner a la iglesia bajo control islamista. “La Fundación de Alta Autoridad regula, supervisa y controla las dotaciones públicas y privadas, garantiza su adhesión a estándares razonables administrativos y económicos, y crea conciencia acerca de la dotación de la sociedad”, señala el artículo.
Es por todos estos motivos que la Comisión de Libertad Religiosa estima que esta Constitución, así como la forma en la que se ha acelerado el referéndum, suponen muestras del intento de islamización del país detrás del que se encuentran los Hermanos Musulmanes, con el apoyo del actual presidente, Mohamed Mursi.
Editado por: Protestante Digital 2012
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