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lunes, 14 de octubre de 2013

Los judíos españoles exigen a Rouco la devolución de Santa María la Blanca

Para resarcir el "rechazo y el expolio" y promover el encuentro judeo-católico

El cardenal Koch reivindica Al-Andalus como ejemplo de convivencia interreligiosa






LA SINAGOGA DE SANTA MARÍA LA BLANCA DE TOLEDO
Documental Sinagoga de Santa María la Blanca Toledo
Sinagoga de Santa María la Blanca

Betty Ehrenberg calificó al Papa Bergoglio como "una luz brillante en el mundo de hoy", que "ha colocado la lucha contra la pobreza como una prioridad"

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Isaac Querub, nuevo presidente de la FJCE


(Jesús Bastante).- A última hora, saltó la sorpresa. Y el disgusto. Casi al final del acto de apertura de la XXII Reunión del Comité Internacional de Enlace entre Católicos y Judíos (ILC), junto al cardenal Koch, prefecto del Diálogo interreligioso, Betty Ehrenberg, presidenta del Comité internacional judío, el cardenal Rouco, y el director general de Cooperación con las Confesiones, Ángel Llorente, Isaac Querub, presidente de la Federación de Comunidades judías de España, exigió a las autoridades católicas "la devolución de la sinagoga Mayor de Toledo (Santa María la Blanca) al pueblo judío".

Rouco Varela dio un respingo, y varios de los eclesiásticos católicos presentes -desdeSilverio Nieto a Joaquín Martín Abad- se removieron en sus asientos. El Nuncio de Su Santidad, Renzo Fratini, y el cardenal Amigo, ambos presentes en el acto, escucharon impertérritos la petición del máximo representante del Judaísmo en nuestro país, quien reivindicó la devolución de este histórico lugar -que mañana visitarán los participantes en el encuentro-, desacralizado y "sin ninguna función pastoral ni proyecto previsto conocido", y "jamás convertida en parroquia", para "reparar elrechazo y el expolio" provocados en nuestro país tras "la Inquisición o la expulsión".

Querbu realizó esta petición después de abogar por el trabajo en común de judíos y católicos, y tras invitar a Rouco Varela -recién llegado de la macrobeatificación de Tarragona- a visitar la sinagoga de Madrid y predicar en ella. "Debemos hablar de sumar y enterrar definitivamente la enseñanza del desprecio", asumió Querub, quien reivindicó la actualidad de la encíclica "Nostra Aetate", que puso fin a siglos de "ignorancia y odio mutuos". "Nunca más se acusará, tras este texto, a los judíos de la muerte de Cristo".

Tras las palabras del líder de los judíos españoles, una pieza musical trató de distender el ambiente, hasta ese momento cargado de buenas intenciones y palabras hermosas, como corresponde a un acto de inauguración. Ni siquiera la comparación que Rouco Varela hizo inmediatamente antes de la intervención de Querub, comparando la persecución religiosa en España con la de la Unión Soviética causó demasiado revuelo.

Mucho menos la intervención del responsable vaticano del diálogo interreligioso, Kurt Koch, quien pidió a todos "aprender el período en que judíos, cristianos y musulmanes vivían juntos en Al-Andalus". En opinión del cardenal, "existe una tradición de diálogo interreligioso que no debería perderse".

Koch advirtió de los riesgos del secularismo para ambas tradiciones religiosas, y puso el ejemplo de Francisco -muy presente durante toda la noche- como el de un creyente que "ama profundamente al pueblo judío y desea alimentar las buenas relaciones. "Un cristiano no puede ser antisemita", concluyó el purpurado.

Por su parte, Betty Ehrenberg calificó al Papa Bergoglio como "una luz brillante en el mundo de hoy", que "ha colocado la lucha contra la pobreza como una prioridad". En este sentido, la presidenta del Comité internacional judío, que se reunió con Francisco el pasado mes de junio, agradeció la visita que el Papa realizará a Israel en 2014.

"Francisco ha dicho que los Archivos de la II Guerra Mundial deberían abrirse", añadió Ehrenberg, quien, junto al Papa, animó a todos a la "necesidad de acercanos unos a otros, como amigos, y lograr que cada vez más personas se sientan unidas".

Finalmente, el rabino jefe de Madrid, Moises Bendahan, recordó cómo el comienzo de la Biblia es un compendio de "disputas entre hermanos que no se entienden, y uno de ellos tiene que abandonar el lugar", y frente a Caín, puso el ejemplo de Judá, quien se convierten en "el guardián de mi hermano (Benjamín)", para incidir en que "la hermandad es posible. Dios creó solo una pareja para que sepamos que todos somos hermanos. Por eso, católicos y judíos deben llevar una relación de hermandad".

A lo largo de la semana, serán muchos los debates entre judíos y católicos... Pero, tras las palabras de Isaac Querub, todos ellos tendrán en mente la preciosa basílica-sinagoga de Santa María la Blanca. Este martes, los asistentes al congreso visitarán Toledo. Y, más que probablemente, orarán en la antigua sinagoga. Tal vez, en un futuro inmediato, reabierta de nuevo al culto.

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