El líder norcoreano, Kim Jong-un, observa ayer un concurso de artillería militar en Corea del Norte. / EFE |
EUROPA PRESS
Expertos internacionales han llamado a la calma ante la posibilidad de que Corea del Nortehaya detonado una bomba de hidrógeno, tal y como anunció la agencia oficial de noticias norcoreana KCNA esta madrugada. A la espera de comprobaciones más fiables que tendrán lugar en los próximos días, los datos iniciales tomados a partir del seísmo generado por la explosión no parecen coincidir con las estimaciones de un acto de este tipo.
Ello no quiere decir que no haya tenido lugar una prueba nuclear. La Casa Blanca ha informado de que por el momento no existen indicios consistentes con una presunta detonación de la bomba de hidrógeno, aunque no ha negado que Pyongyang haya realizado una prueba nuclear que supone una "violación flagrante y una provocación" frente a las sanciones de Naciones Unidas que pesan actualmente sobre el régimen norcoreano.
A la espera de recabar "pruebas adicionales" en los próximos días, la Casa Blanca ha vuelto a reiterar su "rocoso" compromiso a la hora de proteger a Corea del Sur y Japón, los países más afectados por la beligerancia de Pyongyang. No obstante, todos los analistas parecen coincidir en que la intensidad del seísmo no encaja con lo esperable con una bomba de hidrógeno, mucho más potente que un arma nuclear convencional.
Para hacerse una idea, la bomba de hidrógeno más pequeña jamás detonada arrojó una carga de unos 30 kilotones -cada kilotón equivale a mil toneladas de TNT-. En comparación, la bomba atómica lanzada sobre la ciudad japonesa de Nagasaki en 1945 liberó una energía de 21 kilotones.
La magnitud del seísmo de este miércoles -5,1- da a entender que la presunta bomba de hidrógeno no habría liberado una energía superior a los 10 kilotones, según el análisis preliminar del investigador del Carnegie Endowment for International Peace, James Acton.
En realidad, es enormemente parecido a la actividad causada por el test nuclear realizado por Corea del Norte en 2013, según el director del Centro de Datos de la Organización para el Tratado de la Prohibición Integral de Pruebas Nucleares, Randy Bell.
"Yo diría que en este punto la información que tenemos es enormemente consistente con la registrada en 2013", según Bell a Reuters. "Pero a la hora de dilucidar si se trata o no de una bomba de hidrógeno, los datos sísmicos no nos van a dar ningún tipo de respuesta".
El analista de la Rand Corporation, Bruce Bennett, expresó sus serias dudas a la cadena BBC. "La explosión debería haber sido hasta 10 veces más potente de lo que dicen", indicó. "Por todo ello hay dos conjeturas: o la parte de la prueba referida al hidrógeno no ha salido bien, o (el líder norcoreano) Kim Jong Un está mintiendo", indicó.
Queda por esperar unos días hasta que se den a conocer los resultados de los llamados detectores radionucleicos que se encargan de medir el índice de radiactividad tras una detonación de estas características. Y podría tardar: en 2013 fueron necesarios 55 días antes de que una estación japonesa detectara indicios de gas xenón cerca del supuesto epicentro de la prueba nuclear norcoreana.
La clave es el litio. "Si lo encuentran, entonces podemos hablar de una bomba de hidrógeno, pero si sólo es xenón... entonces no habrá forma de saberlo", según el integrante del Comité de Inteligencia del Parlamento de Corea del Sur, Shin Kyung Min.
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