El Estado Mayor ruso ha provisto detalles respecto al ataque contra Siria efectuado por EE.UU., Francia y Reino Unido este 14 de abril. Los militares han precisado que 103 misiles fueron lanzados hacia el país árabe, entre ellos varios proyectiles Tomahawk.
"Fueron interceptados 71 misiles de crucero", afirmó el jefe de la gestión operativa de las Fuerzas Armadas del Estado Mayor de Rusia, Serguéi Rudskói, quien precisó que sus objetivos incluyeron bases aéreas de las fuerzas gubernamentales sirias.
"Ningún misil de crucero entró en la zona de responsabilidad de Rusia", indicó el teniente general en rueda de prensa. "Nuestros sistemas antiaéreos no fueron utilizados", agregó.
No hay instalaciones de producción de armas químicas en Siria, hecho que fue constatado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ)Serguéi Rudskói, jefe de la gestión operativa de las Fuerzas Armadas del Estado Mayor de Rusia
El jefe de la gestión operativa de las Fuerzas Armadas del Estado Mayor de Rusia informó además que Washington y sus aliados dirigieron parte del ataque a posibles almacenes de lo que ellos denominan como el "programa químico militar" de Damasco, y algunos de esos puntos resultaron parcialmente destruidos por los misiles. "No se utilizan desde hace mucho tiempo, no había personas ni equipo en ellos", aseveró, negando que contuviesen sustancias de esa naturaleza.
"No hay instalaciones de producción de armas químicas en Siria, hecho que fue constatado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ)", acotó Rudskói.
Un ataque sin pruebas
La semana pasada, Occidente acusó al Gobierno del presidente sirio Bashar al Assad de haber perpetrado el 7 de abril un ataque químico en la ciudad de Duma (Guta Oriental), tras aparecer reportes no confirmados sobre esa supuesta acción.
El jefe de la gestión operativa de las Fuerzas Armadas del Estado Mayor de Rusia informó además que Washington y sus aliados dirigieron parte del ataque a posibles almacenes de lo que ellos denominan como el "programa químico militar" de Damasco, y algunos de esos puntos resultaron parcialmente destruidos por los misiles. "No se utilizan desde hace mucho tiempo, no había personas ni equipo en ellos", aseveró, negando que contuviesen sustancias de esa naturaleza.
"No hay instalaciones de producción de armas químicas en Siria, hecho que fue constatado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ)", acotó Rudskói.
Un ataque sin pruebas
La semana pasada, Occidente acusó al Gobierno del presidente sirio Bashar al Assad de haber perpetrado el 7 de abril un ataque químico en la ciudad de Duma (Guta Oriental), tras aparecer reportes no confirmados sobre esa supuesta acción.
El Consejo Ejecutivo de la OPAQ anunció que emprendería una investigación independiente el 14 de abril, pero este bombardeo contra Siria fue realizado antes de que la misión llegara al terreno. El presidente estadounidense Donald Trumpordenó el ataque sin autorización del Congreso de su país ni la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU.
Hasta ahora no ha sido presentada ninguna prueba que confirme el supuesto ataque químico. El embajador ruso en Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, destacó ante el Consejo de Seguridad de ese organismo internacional que en los hospitales de Duma no hay pacientes con síntomas de intoxicación ni hay pruebas de suelo que delaten el uso de sarín o cloro.
Además, los servicios rusos de seguridad química y radiológica viajaron al supuesto lugar del incidente, pero "no se encontraron personas tratadas por intoxicación química", informó la Embajada de Moscú en Londres a través de un comunicado.
El 13 de abril, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó que su Gobierno tiene "datos irrefutables" de que el presunto ataque químico es "una nueva puesta en escena y en ella participaron los servicios secretos de uno de los Estados que se desvive por estar en la vanguardia de la campaña rusófoba".
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