También ya sabíamos del despliegue masivo de fuerzas y equipo militar en siria y alrededores. Por un lado, tenemos a los rusos desplegando aviones de control aéreo y alerta temprana A-50 y aviones de inteligencia de datos; así mismo, se han enviado bombarderos pesados estratégicos a Siria e Irán equipados con una gran cantidad de diferente tipo de armamento, entre los que destacan los así llamados misiles mata portaviones, así como los misiles de nueva hornada rusos, como lo son los misiles hipersónicos kinzhal, Tzircon y Granit.
Mientras tanto, los estadounidenses, y sus aliados, han desplegado una importante fuerza militar en la región, fuerza conformada por fragatas porta misiles, específicamente con misiles Tomahawk; y eso que Trump prometió nuevos misiles, bonitos, nuevos e inteligentes, pero sin embargo están llevando más de los mismos, es decir, de los mismos misiles viejos, ineficaces y obsoletos que nada tienen que hacer frente a las nuevas armas de guerra electrónica rusas, así como contra los sistemas antiaéreos S-400 y S-300. Eso quedó demostrado hace un año, cuando Trump ordenó un ataque con misiles Tomahawk contra siria, misiles que fueron derribados o anulados en su totalidad por los sistemas de defensa rusos.
Pero Trump insiste con enviar ese mismo tipo de misiles, arriesgándose con hacer nuevamente el ridículo, pero esta vez va a ser un ridículo mayor, una humillación mayor al orgullo estadounidense.
Ante esta situación los estadounidenses están tratando de humillar a los rusos, reconociendo, y gritándolo a los cuatro vientos, la muerte de más de 200 ciudadanos rusos a manos de las fuerzas armadas estadounidenses. Pero para ustedes, los que siguen este blog, ya sabrán de esa noticia sucedida hace unos meses atrás, pese a que no apareció en ningún medio, salvo en algunos israelíes, aquí se las contamos.
Así es, El jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha confirmado este jueves que las fuerzas estadounidenses y sus aliados han abatido a unos 200 combatientes rusos durante enfrentamientos del pasado febrero en Siria.
Pero como entonces se comentó, si Rusia no intervino abiertamente para defender a sus hombres fue motivado solo por el hecho de que no era una misión oficial, y oficialmente no eran hombres pertenecientes a las fuerzas armadas rusas sino que era una misión secreta ejecutada por contratistas de seguridad privada, específicamente por la empresa rusa Wagner, pero aun así, eran ciudadanos rusos y de la CEI, así que de todas maneras le dolió al Kremlin que eso pasara pero no intervino con sus fuerzas armadas para no agravar más la situación. Pero ahora el pentágono se los recuerda para tratar de humillar a los rusos, haciendo patente de esa manera su vileza.
Pero volviendo a la situación actual; aunque cada bando está desplegando de manera acelerada sus fichas sobre el tablero, bajo estas circunstancias todavía hay quien trata de detener la guerra; así, tenemos al secretario de Defensa, James Mattis, declarando que el gobierno de los EEUU no tiene pruebas concluyentes de que realmente haya habido un ataque químico en siria, y que solo basan su decisión en reportes de “redes sociales”.
Pero de parte de la cancillería rusa se declara que todo fue una escenificación y que no hubo nada de un tal ataque químico, que todo fue un montaje realizado por los mismos de siempre, es decir, por los servicios secretos ingleses, israelíes y estadounidenses en colaboración con los extremistas y los llamados cascos blancos.
El Kremlin acusa de esta farsa directamente al gobierno de Londres, y recordemos que los ingleses son unos de los principales promotores de la rusofobia en occidente, así como son los principales instigadores de una confrontación militar con Rusia.
Pero a hora repasemos las capacidades de los sistemas de defensa rusos encargados de derribar los misiles estadounidenses en caso de que se concrete la amenaza de Donald Trump.
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