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jueves, 17 de mayo de 2018

Obrador, la última oportunidad para México: contra-reforma energética

Anteriormente les hablé de la supuesta participación del gobierno ruso para favorecer la candidatura a la presidencia de México de Andrés Manuel López obrador; entonces les dije que eso no era otra cosa más que un intento de la Casa blanca por entorpecer el proceso electoral a favor de sus candidatos, es decir, a favor del candidato del PRI o del PAN. Es decir, a través de la difamación por una presunta ayuda extranjera hacia obrador entorpecer su campaña electoral o detenerla definitivamente declarándola ilegal.


También les he comentado que a mi no me interesa la política, y menos la mexicana, por considerarlas falsas, y a los partidos políticos un poco menos que una empresa personal.

Así es, para mí los partidos políticos, y sus políticos, no son más que vividores que solo aspiran a obtener un cargo público para enriquecerse ilícitamente a través de la estafa, el robo, el engaño, los favores y el nepotismo.

Pero el caso de obrador es un caso aparte.

Obrador, aunque no es santo de mi devoción, e ignorando su pasado priista, puede representar una buena oportunidad para México para abandonar el subdesarrollo y la pobreza.

Hay mucha gente que apoya al tabasqueño, tanto así que la elite empresarial ya lo da por presidente, y no solo la elite mexicana lo cree así, sino también la extranjera. Así tenemos que la elite empresarial mexicana cierra filas en torno a Ricardo Anaya para frenar el avance de Obrador.

Así es, esa es la verdadera razón de por qué Margarita Zavala renunció a continuar su campaña para alcanzar la presidencia de México; esa decisión la tomó luego de alcanzar un acuerdo con los empresarios mexicanos para abandonar la contienda electoral y así sumarle votos a la candidatura de Anaya, o, al menos, para no restarle más votos.

También los roces entre los empresarios y López obrador han sido constantes desde antes de comenzar las campañas electorales.

En los últimos días, la beligerancia del líder de Morena contra un ramillete de empresarios (entre ellos el primer ejecutivo de Cinépolis, Alejandro Ramírez) ha provocado la respuesta del Consejo Mexicano de Negocios, que a través de un desplegable titulado: Así no; ha rechazado “categóricamente” las “expresiones injuriosas y calumniosas” sobre algunos de sus miembros más destacados. La Coparmex, que reúne a 1.600 compañías, y el Consejo Coordinador Empresarial, la patronal de patronales, han mostrado, también, su apoyo al texto. En plena escalada, el Consejo Mexicano de Negocios ha recordado a López Obrador que el sector privado genera el 90% de los puestos de trabajo formales del país azteca. Sin embargo, una buena parte de esa cifra -casi ocho de cada 10 trabajadores- están en nómina de pequeñas y medianas empresas y no de grandes corporaciones.

El equipo de López Obrador, integrado por un grupo de académicos competentes, ha delineado una política económica que no es tan radical como muchos suponen, o como los empresarios han tratado de pintar a la opinión pública. En realidad, la política económica de Obrador no es tan radical, mas bien, es una política económica mixta, más parecida al México de los 70 (cuando el boom económico conocido como el milagro mexicano) que a un modelo neoliberal rapaz y entreguista como lo han sido los últimos sexenios a cargo del PRI y del PAN.

Y es aquí donde viene lo realmente importante en caso de que Obrador alcance la presidencia de México, pues si es fiel a sus promesas muy probablemente de marcha atrás a la llamada reforma energética, reforma que no es otra cosa que la entrega de los recursos naturales de México a la banca privada extranjera representada por las grandes compañías petroleras; es decir, la banca internacional se está haciendo con la propiedad del petróleo mexicano a través de sus empresas, porque hay que recordar que los grandes conglomerados bancarios, como BlackRock, son en realidad los dueños de las grandes compañías petroleras y de las grandes instituciones financieras internacionales como JP Morgan, Barclays, Wells Fargo, City Group, etcétera.

Es decir, los gobiernos mexicanos entregaron los recursos naturales del país (a través de la llamada reforma energética) a las empresas de BlackRock; para más información sobre este asunto visitar las conferencias de Alfredo Jalife al respecto.

Y es aquí donde está lo realmente importante para México si es que Obrador alcanza la presidencia de la república, o si es que lo dejan alcanzarla.

Obrador consciente de esta situación es que se ha reunido con los líderes de BlackRock; aunque no ha transcendido de que se habló en la reunión quiero creer que se trataron temas relacionados con la suspensión de la llamada reforma energética.

Si este fuera el caso sin duda eso sería una excelente noticia para México, más falta ver si es que lo dejarán llevarla a cabo, refiriéndome no solo a los ejecutivos de BlackRock, sino también a los empresarios y políticos mexicanos.

BlackRock no solo es un gran banco internacional, sino que es el más grande de todos, pues sus tentáculos alcanzan a casi todos los grandes bancos a nivel mundial, así como a casi todas las grandes compañías. BlackRock es el monstruo de siete cabezas.

Y es con ese ente con quien pactaron los políticos mexicanos para entregar la riqueza de México, riqueza conquistada en los albores de la segunda guerra mundial luego que el gobierno estadounidense decidiera no pelear la posesión del petróleo de México pues estaba más ocupado en la guerra que en qué sus compañías conservaran los pozos petroleros que tenían en suelo azteca; es más, hay documentos que confirman que los mismos estadounidenses sugirieron al entonces presidente mexicano, Lázaro Cárdenas, la expropiación de la industria petrolera para así impedir que Alemania se hiciera con su control.

Pues bien, es eso lo que trata de reconquistar Obrador: la re-expropiación del petróleo de los mexicanos antes que sea demasiado tarde, pues aun hay tiempo para hacerlo; y es en ese sentido que debemos entender la reunión de López obrador con los directivos de Black Rock, o al menos así lo quiero pensar, porque, si no fuera el caso, entonces la cosa sería muy grave.

También la citada reunión podría haber servido para obtener la venia de parte de la elite bancaria internacional para la presidencia de López obrador; eso no lo sabremos hasta que no se revelen los detalles de la reunión, cosa que dudo mucho se haga alguna vez.

Otro dato interesante es que Marco Antonio Slim Domit, el hijo del hombre más rico del país, Carlos Slim, es uno de los miembros de la junta directiva de BlackRock.

Aunque, por otro lado, si bien Obrador en un primer momento habló de cancelar la reforma energética, así como la reforma educativa, a ultimas fechas ya no ha hablado del tema; es más, algunos de sus colaboradores más cercanos aseguran que no cancelará la reforma energética aunque si revisará extensivamente todos los nuevos contratos del gobierno federal con la industria petrolera privada para modificar los que sean necesarios; ¿quizá algo tendrá que ver su reciente reunión con altos mandos de BlackRock?

Así, tenemos que la ministra en retiro, Olga Sánchez Cordero, deja en claro que de llegar a la Presidencia de la República el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, no va a cancelar la reforma energética. Cabe aclarar que Obrador ha declarado que esta mujer ocupará el cargo de secretario de gobernación en caso de que él alcance la presidencia de la república.

Por otro lado, el principal asesor de Obrador en materia de negocios, Alfonso Romo, asegura que su patrón cree que las licitaciones petroleras son en beneficio de México.

“El líder de Morena no hará ninguna nacionalización si llega a ser presidente”, afirma Alfonso Romo.

Ante esta situación uno se pregunta, ¿Obrador cancelará la reforma energética o no? Recordemos que ése fue uno de sus principales pilares de precampaña.

Yo espero, por el bien de México, que si llega a ser presidente (en caso de que se lo permitan) sí la cancele, o al menos que haga cambios profundos en la misma para asegurar la soberanía de México sobre sus recursos naturales y sobre su territorio.

Y hablando de territorio; Obrador ha dicho que México debe cancelar la compra de nuevo armamento; cosa en la que no estoy de acuerdo, pues México necesita con urgencia ese nuevo armamento para hacer una vigilancia, aunque sea mínima, de su territorio y así asegurar la soberanía sobre el mismo y sobre sus recursos naturales, así como para proteger las plataformas petroleras que aún son de su propiedad.

Antes Obrador decía que PEMEX es la empresa mas rentable del mundo solo que sus directivos son unos incompetentes y su sindicato la está desangrando lentamente con salarios tan elevados, derroches y gastos injustificados, además de que los empleados están muy consentidos y no realizan su trabajo adecuadamente. Además, él asegura que el gobierno federal no la deja avanzar al quitarle todas sus ganancias y no reinvertir nada en ella, precisamente por lo anteriormente expuesto. En todo eso estoy totalmente de acuerdo, pero, ¿Obrador seguirá pensando igual?

Eso es precisamente lo que necesita PEMEX: adecuar salarios a la realidad del país, eliminar gastos injustificados y profesionalizar a su personal; además, la plantilla laboral de la empresa está sobre saturada, por eso es tan ineficiente, pues lo que un empleado hace en una empresa privada en PEMEX lo hacen 5 empleados.

Ojalá obrador alcance la presidencia y cumpla lo que promete en campaña, no todo, pero si lo que está bien planteado, como lo es la contra-reforma energética en México.

Por otro lado, Obrador promete pensión universal para todos los adultos mayores, y no solo eso, promete elevarla al doble de lo que actualmente perciben los ya pensionados. Ese es otro tema de roces ríspidos con la elite empresarial mexicana y extranjera, pues los empresarios preguntan de donde sacará obrador tanto dinero para cumplir esa promesa; pregunta del todo valida; lo más lógico es que lo obtenga a través de endeudar más al país con la banca extranjera, pero quien sabe, tal vez él tenga la solución al asunto sin recurrir a esa medida.

Claro que la mejor solución a ese problema es precisamente la generación de nuevos empleos, más empleos para los mejicanos y, por consiguiente, más dinero para el gobierno, y si hay mas dinero para el gobierno, habrá más dinero para darles pensión a todos los adultos mayores que aún no la tengan y aumentarla a los que si la tengan al doble, tal como prometiera obrador.

¿Pero cómo se van a generar más empleos y mejor pagados?, pues a través de las reformas que promete obrador y, sobre todo, a través de un gobierno justo, eficiente, honrado y trabajador, que efectivamente gobierne para el pueblo y no para sus familias y para ellos mismos. Así es como México saldrá adelante y ojalá este gobierno de obrador sea la diferencia y no sea más de lo mismo.

Quizá esta es la última oportunidad para México para constituirse en una nación moderna y poderosa tal como el destino estaba marcado para este gran país.

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