Según informó el Ministerio de Defensa de Rusia, una batería de defensa aérea S-400 se desplegará en la península de Crimea para finales de año.
Ello contribuirá a la estabilización de la situación en la región, opina Vladímir Kozin, analista principal del Centro de Investigación Política y Militar de la Universidad MGIMO de Moscú.
En una entrevista a Sputnik el experto señaló que es una buena noticia y una decisión adecuada, puesto que la frontera rusa en esta parte del mundo debe estar bien guardada.
Además, Kozin destacó que a diferencia de los sistemas de defensa antimisiles estadounidenses, que pueden operar misiles de ataque, los S-400 sirven exclusivamente para fines defensivos.
Por lo cual, las medidas tomadas por Rusia en esta parte de Europa son "adecuadas a la amenaza inspirada por Kiev y sus patrocinadores: los miembros principales de la OTAN", dijo.
"Se trata de EEUU, el Reino Unido, Francia y Alemania. También hay otros miembros de la OTAN que comparten las ansias de los altos mandos ucranianos por organizar el mayor número posible de provocaciones", explicó.
Hace falta que cesen sus planes de llevar un juego muy peligroso que también podría involucrar el uso de armamentos y maquinaria militar, concluyó Kozin.
Crimea cuenta ya con varias baterías de esta clase fabricadas por el consorcio ruso Almaz-Antey.
El S-400 Triumf (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) está diseñado para abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, balísticos y otros.
Los misiles interceptores tierra-aire del avanzado sistema tienen un alcance de hasta 400 kilómetros y son el doble de eficaces que sus antecesores
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