Durante los ejercicios en el Mediterráneo, la Armada rusa "practicó una caza" de submarinos, escribe el medio Contra Magazin. Rusia está incrementando su presencia naval en las aguas de Siria y le deja en claro a EEUU que apoya al presidente sirio Bashar Asad y "no permitirá una invasión de la OTAN", opina Marco Maier, autor del artículo.
Las maniobras involucraron a los "asesinos de submarinos": las fragatas Almirante Makarov y Almirante Essen, que junto con los aviones de cubierta, practicaron la detección de submarinos de un enemigo virtual, observa el periodista.
Las fragatas están armadas con ocho lanzadores del sistema de misiles Kalibr-NK. Los buques de este proyecto también están equipados con los sistemas de misiles antiaéreos Shtil-1, Palash y AK-630M, sistemas de artillería universal A-190 de 100 mm, tubos lanzatorpedos y sistemas RBU-6000. La fragata tiene una pista de aterrizaje y un hangar para un helicóptero antisubmarino Ka-27 o Ka-31, explica el medio haciendo referencia a fuentes rusas.
Según Maier, los ejercicios de los buques de guerra de la Armada rusa frente a las costas de Siria son una "señal para EEUU", cuyas tropas también están desplegadas en la región.
"Al reforzar su presencia naval en las aguas frente a Siria, Rusia intenta mostrar, sobre todo a los estadounidenses, que apoya al Gobierno legítimo del presidente Bashar Asad y que no permitirá una invasión de la OTAN. Sin la presencia militar rusa sobre el terreno, los angloamericanos habrían intensificado desde hace tiempo sus ataques contra las instituciones gubernamentales sirias y habrían seguido adelante con el cambio de régimen previsto desde hace muchos años", concluye Marco Maier.
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