En octubre de 2018 China redujo a cero sus importaciones de gas natural licuado de EEUU. La columnista de Sputnik Natalia Dembínskaya explica por qué el principal importador de hidrocarburos del mundo decidió emprender este paso.
La reducción, según Dembínskaya, es un cambio radical si se toma en cuenta el hecho de que en 2017 Pekín incrementó las importaciones de GNL procedentes de EEUU hasta llegar a los 3,5 millones de toneladas lo que permitió al país norteamericano convertirse en el segundo mayor exportador de GNL a China.
La pérdida de un mercado clave
No obstante, China introdujo en septiembre aranceles del 10% a las importaciones de gas natural licuado de EEUU, lo que ensombreció el futuro de los terminales para la exportación de GNL que fueron construidos en el país norteamericano.
Dembínskaya destaca en su artículo que esta medida contribuirá a que las empresas exportadoras de EEUU sufran pérdidas estimadas en "millones de dólares".
En 2018 las exportaciones de GNL de EEUU con destino a China se han reducido considerablemente, a pesar de que el país asiático incrementó sus importaciones totales de GNL en un 27,2%, informa el portal S&P Global.
En cuanto al petróleo, EEUU cambió en 2015 su estrategia y permitió suministrar crudo estadounidense al extranjero. En los últimos tres años, China se ha convertido en el segundo importador más grande de crudo estadounidense e importó hasta junio de 2018 350.000 barriles diarios, según la revista Forbes.
En agosto de 2018, China importó en total 9,04 millones de barriles al día mientras que la empresa china Unipec, que forma parte de la corporación estatal china, Sinopec, suspendió las importaciones de crudo procedentes de EEUU. Antes de tomar esta decisión, Unipec esperaba vender hasta fin de año unos 300.000 barriles de petróleo al día.
EEUU juega con fuego
Dembínskaya señala que estas reducciones considerables de suministros de hidrocarburos se produjeron debido a la guerra comercial que fue desencadenada por Washington.
La cadena CNBC informó en septiembre que Washington introdujoaranceles de 10% a las importaciones chinas por un valor de 200.000 millones de dólares. A finales de año estos aranceles tendrán que alcanzar un 25%.
En respuesta, Pekín impuso tarifas arancelarias a las importaciones de productos estadounidenses —entre los cuales se destacaba el gas natural licuado- por un valor de 60.000 millones de dólares.
Según la autora, esta jugada fue empleada a pesar de todas las esperanzas de los analistas en Washington que creían que Pekín no llegaría a introducir aranceles a los suministros de hidrocarburos.
"El viceministro de Comercio de China, Wang Shouwen, advirtió que Washington tropezaría con 'dificultades' a la hora de suministrar GNL y no estaba bromeando", enfatiza la experta.
A fin de cuentas, los analistas estadounidenses y los jugadores del mercado reconocieron la existencia de una amenaza para los proyectos multimillonarios de EEUU. Según el jefe de la empresa LNG Canada, Andy Calitz, si China mantiene en vigor sus aranceles, los rivales estadounidenses podrán acabar "muertos en el agua".
"La posible pérdida del mercado chino será un golpe duro para los productores estadounidenses dado que China es el consumidor más prometedor en el mundo de gas natural licuado", enfatiza la periodista.
Dembínskaya considera que los exportadores estadounidenses experimentarán dificultades a la hora de encontrar mercados alternativos para sus exportaciones de gas natural licuado.
"Ni Japón ni Corea del Sur serán capaces de aumentar sus adquisiciones", destaca.
El petróleo de Rusia e Irán
Los productores estadounidenses de crudo también "tienen muchas cosas que deliberar", opina la periodista.
Aunque Pekín recomendó en mayo que las empresas estatales compraran más petróleo en EEUU con el objetivo de diversificar suministros, la guerra comercial cambió radicalmente la situación en el mercado, considera la autora del artículo.
De acuerdo con Dembínskaya, Pekín no sufrirá grandes daños si rechaza el petróleo estadounidense y continúa comprando crudo de Irán y Rusia.
Rusia sigue siendo el mayor exportador de crudo a China. En el marco de tan solo un año las importaciones chinas de crudo ruso aumentaron un 58% hasta alcanzar los 1,73 millones de barriles diarios, todo un récord histórico.
"Parece que los peores recelos de los expertos estadounidenses ya se están cumpliendo. Rusia es un jugador clave en el mercado de petróleo de China y los analistas de la agencia Bloomberg constatan que después de que su vecino asiático redujera considerablemente las importaciones de hidrocarburos de EEUU, el país eurasiático podrá incrementar sus exportaciones de petróleo a China", concluye la periodista.
En respuesta, Pekín impuso tarifas arancelarias a las importaciones de productos estadounidenses —entre los cuales se destacaba el gas natural licuado- por un valor de 60.000 millones de dólares.
Según la autora, esta jugada fue empleada a pesar de todas las esperanzas de los analistas en Washington que creían que Pekín no llegaría a introducir aranceles a los suministros de hidrocarburos.
"El viceministro de Comercio de China, Wang Shouwen, advirtió que Washington tropezaría con 'dificultades' a la hora de suministrar GNL y no estaba bromeando", enfatiza la experta.
A fin de cuentas, los analistas estadounidenses y los jugadores del mercado reconocieron la existencia de una amenaza para los proyectos multimillonarios de EEUU. Según el jefe de la empresa LNG Canada, Andy Calitz, si China mantiene en vigor sus aranceles, los rivales estadounidenses podrán acabar "muertos en el agua".
"La posible pérdida del mercado chino será un golpe duro para los productores estadounidenses dado que China es el consumidor más prometedor en el mundo de gas natural licuado", enfatiza la periodista.
Dembínskaya considera que los exportadores estadounidenses experimentarán dificultades a la hora de encontrar mercados alternativos para sus exportaciones de gas natural licuado.
"Ni Japón ni Corea del Sur serán capaces de aumentar sus adquisiciones", destaca.
El petróleo de Rusia e Irán
Los productores estadounidenses de crudo también "tienen muchas cosas que deliberar", opina la periodista.
Aunque Pekín recomendó en mayo que las empresas estatales compraran más petróleo en EEUU con el objetivo de diversificar suministros, la guerra comercial cambió radicalmente la situación en el mercado, considera la autora del artículo.
De acuerdo con Dembínskaya, Pekín no sufrirá grandes daños si rechaza el petróleo estadounidense y continúa comprando crudo de Irán y Rusia.
Rusia sigue siendo el mayor exportador de crudo a China. En el marco de tan solo un año las importaciones chinas de crudo ruso aumentaron un 58% hasta alcanzar los 1,73 millones de barriles diarios, todo un récord histórico.
"Parece que los peores recelos de los expertos estadounidenses ya se están cumpliendo. Rusia es un jugador clave en el mercado de petróleo de China y los analistas de la agencia Bloomberg constatan que después de que su vecino asiático redujera considerablemente las importaciones de hidrocarburos de EEUU, el país eurasiático podrá incrementar sus exportaciones de petróleo a China", concluye la periodista.
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