Las criptodivisas son "un tipo de salto tecnológico para los pobres" que permite despojarles de lo último que les queda en sus bolsillos, opina el analista de Sputnik Víktor Murajovski.
El Departamento de Justicia de EEUU está investigando si el cambio de precios de las criptomonedas que se produjo el año pasado podría haber estado sujeto a manipulación.
En particular, los fiscales federales investigan una trama que involucra a bitcoin, tether y la plataforma para el comercio de criptomonedas Bitfinex, informa la agencia Bloomberg.
Según Bloomberg, Bitfinex tiene el mismo equipo directivo que la empresa Tether Limited, que creó la criptodivisa homónima. Algunos corredores tanto como académicos han alegado que los Tether habían sido usados para comprar bitcoins en momentos cruciales cuando el precio de la moneda digital se ha desplomado.
El periodista Víktor Murajovski escribe en su artículo para Sputnik que el precio del bitcoin ha sido sobreestimado en los últimos años.
Para argumentar su punto de vista, el autor cita la publicación de Forbes en que la revista estadounidense dio al menos nueve razones al comienzo de este año por las que en 2018 el precio del bitcoin alcanzaría o incluso superaría los 100.000 dólares.
"Es decir, a finales de este año la famosa criptodivisa tendría que costar aproximadamente 22 veces más de lo que cuesta actualmente [unos 4.563 dólares]", escribe Murajovski.
Además, la publicación de Forbes señala que el dólar es considerado la moneda más segura en el mundo dado que cuenta con el apoyo del Gobierno de EEUU. Según la revista, el bitcoin "ha ganado el impulso entre la gente" que vive o envía dinero a países "con un gobierno en el que no confía", como es el caso de Zimbabue o Venezuela, que "sufre de una inflación muy alta".
"Forbes, que es una institución para los más ricos y los más famosos, hacía un pronóstico seguro acerca del crecimiento del bitcoin, citando como ejemplo un país pobre como Zimbabue. Y los lectores de masa que anhelaban ser ricos y famosos se lo creyeron", destaca Murajovski.
Sin embargo, el autor admite que la actual depreciación de las criptomonedas no descarta la posibilidad de que su precio aumente y se caliente este mercado y los responsables de esta recuperación puedan volver a aprovecharse recibiendo un poco más de ingresos de los inversores de masas.
"Como consecuencia, se hará un desperdicio colosal de electricidad usada para el 'mining' [o la minería de criptomonedas] que podríamos suministrar a Siria. Tendremos a un grupo limitado de personas anónimas que amasaran grandes fortunas siguiendo la histeria de moda y a millones de perdedores que perderán su dinero o el de sus padres. Es decir, se quedará lo que suele quedarse después de cada pirámide financiera", recalca.
Murajovski recuerda que las criptodivisas son una parte de un fenómeno más grande conocido como 'salto tecnológico para los pobres'.
Este 'salto' siempre fue promovido como el método más novedoso para la 'gente pobre', que al contar con pocos recursos y hacer pocos gastos quería conseguir lo que previamente había estado al alcance de los más ricos.
"Al fin de cuentas los pobres tarde o temprano pagarán de una manera directa o indirecta por esta baratura vertiginosa. (…) Los pobres con sus recursos y su fe en milagros son la fuente de aprovechamiento más ilimitada", agrega.
Asimismo, Murajovski destaca que la gente rica es la que tiene menos confianza en las criptodivisas.
"Ellos siempre calculan cuántos recursos podrán perder y cómo serán capaces de recuperar su dinero. Por eso prefieren invertir en activos menos místicos como el sector petrolero, el de piedras preciosas, de transporte o gasístico", concluye.
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