Durante el ataque, dos proyectiles impactaron dentro de las instalaciones de la base y otros tres en las afueras del recinto militar de Al-Balad, situado al sur de la provincia central iraquí de Salah al-Din.
Según una fuente de seguridad citada por la agencia francesa de noticias A-F-P, el bombardeo a la base, que alberga soldados y aviones de guerra F-16 estadounidenses, provocó heridas a dos contratistas extranjeros y tres soldados iraquíes
Hasta el momento, ningún grupo o individuo se ha atribuido la responsabilidad del ataque a la base, que se encuentra a 85 kilómetros al norte de la capital iraquí, Bagdad, y que también aloja a varias empresas de mantenimiento que emplean personal iraquí y extranjero.
La base estadounidense de Al-Balad fue atacada el 4 de abril por dos asaltantes desconocidos con cohetes, pero no se registraron víctimas. De hecho, últimamente han aumentado los ataques contra las bases, tropas y diversas instalaciones militares, operadas por EE.UU. en Irak, mientras diversos sectores civiles, organizaciones y parlamentarios exigen cada vez más el fin de la presencia de fuerzas invasoras.
En particular, las voces contra la presencia militar foránea empezaron a subir a raíz de la resolución aprobada en el Parlamento iraquí en enero de 2020 que exige al Gobierno expulsar a las tropas estadounidenses del país árabe
Esto ha conducido a que, el 7 de abril, Bagdad y Washington anunciaran en un comunicado conjunto haber alcanzado un acuerdo para la retirada de “todas” las tropas de combate estadounidenses del territorio del país árabe.
Sin embargo, el portavoz del Movimiento Hezbolá Al-Nuyaba, Nasr al-Shammari, mediante un comunicado emitido el 15 de abril subrayó que Washington “está invadiendo el territorio y el espacio aéreo de Irak ignorando deliberadamente la resolución del Parlamento sobre la retirada de sus tropas. Es como si Irak no fuera un país libre y miembro fundador de las Naciones Unidas”.
El sentimiento antiestadounidense ha ido en aumento en Irak después de que, el 3 de enero de 2020, EE.UU. asesinara al comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, y al subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis.
En particular, las voces contra la presencia militar foránea empezaron a subir a raíz de la resolución aprobada en el Parlamento iraquí en enero de 2020 que exige al Gobierno expulsar a las tropas estadounidenses del país árabe
Esto ha conducido a que, el 7 de abril, Bagdad y Washington anunciaran en un comunicado conjunto haber alcanzado un acuerdo para la retirada de “todas” las tropas de combate estadounidenses del territorio del país árabe.
Sin embargo, el portavoz del Movimiento Hezbolá Al-Nuyaba, Nasr al-Shammari, mediante un comunicado emitido el 15 de abril subrayó que Washington “está invadiendo el territorio y el espacio aéreo de Irak ignorando deliberadamente la resolución del Parlamento sobre la retirada de sus tropas. Es como si Irak no fuera un país libre y miembro fundador de las Naciones Unidas”.
El sentimiento antiestadounidense ha ido en aumento en Irak después de que, el 3 de enero de 2020, EE.UU. asesinara al comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, y al subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis.
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