La marea de protestas contra la situación económica ahora asola Alemania, el país que mantiene el pulso de la economía de la Unión Europea.
Alemania se ha enfrentado este lunes a una huelga nacional, la cual genera una total interrupción del transporte, mientras los trabajadores de aeropuertos, puertos, ferrocarriles, autobuses y líneas de metro iniciaron un paro general, exigiendo aumentos salariales en medio de una inflación galopante.La huelga de 24 horas, que se considera la mayor en décadas, fue convocada por el sindicato Verdi, que representa a casi 2,5 millones de empleados del sector público, y E-V-G, que engloba a otros 230 mil trabajadores de las empresas de ferrocarriles y autobuses.
El máximo cargo de Verdi, Frank Werneke, citado por el canal germano Phoenix, reconoció que la medida iba a dañar a los pasajeros, pero, agregó que “un día de tensión” es mejor que semanas de huelga para llegar a un acuerdo salarial.
La tempestad alemana llega en medio de protestas y huelgas que en las últimas dos semanas están asolando Francia debido a las reformas en pensiones, impulsadas por el Gobierno de Emmanuel Macron.
Según los medios alemanes, todos los principales aeropuertos internacionales del país europeo se han visto afectados por la huelga de este lunes y se estima que alrededor de 400 mil pasajeros sufran retrasos o cancelaciones.
En los últimos meses, Alemania al igual que otros países europeos, enfrenta huelgas en diferentes sectores, incluido el servicio postal, los aeropuertos y el transporte local. Los ciudadanos europeos piden salarios más altos para poder sobrevivir ante la creciente inflación histórica, principalmente resultado de las sanciones con efectos adversos contra Rusia por su operación especial en Ucrania.
En efecto, las últimas dos semanas, la convulsión se ha adueñado de Francia debido a las polémicas reformas en la edad de jubilación, que el Gobierno de Macron quiere avanzar sea como sea.
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