De acuerdo con el Ministerio de Asuntos Exteriores japonés, a la lista se añadieron 17 personas y 78 organizaciones de Rusia, cuyos activos japoneses, en caso de su localización, serán congelados. Además, se imponen restricciones a la exportación a 80 entidades, en su mayoría relacionadas con la industria de defensa rusa.
¿Qué sanciones están ya en vigor?
Un total de 700 personas físicas de Rusia y 207 entidades figuran actualmente en la lista de sanciones japonesas. Las restricciones a la exportación en el marco de todos los paquetes de restricciones impuestas por Tokio han afectado a 437 personas jurídicas.
Están prohibidas las exportaciones a Rusia de artículos de lujo, incluidos coches de lujo, bebidas alcohólicas caras, cosméticos y artículos de cuero. Lo más importante es que las restricciones afectan equipos de alta tecnología, incluso para el refinado de petróleo, determinados tipos de productos médicos, semiconductores, ordenadores cuánticos y sus componentes, microscopios electrónicos, equipos para la producción de paneles solares de alta eficiencia y otros tipos de artículos.
Se han prohibido nuevas inversiones en proyectos relacionados al país euroasiático, así como a la prestación de algunos servicios financieros e importación de oro, máquinas, herramientas, algunas maderas y vodka procedentes de Rusia.
Creciente descontento
Al mismo tiempo, los usuarios japoneses de las redes sociales se muestran más perplejos ante la política oficial de Tokio con cada nuevo anuncio sobre restricciones. A algunos les preocupa el impacto de las sanciones en el propio Japón.
"Cuantas más sanciones se impongan contra Rusia, más dolorosas serán las consecuencias para la mayoría de los ciudadanos de Japón, que se empobrecerán".
"Las sanciones contra una Rusia rica en recursos, impuestas por Japón, que es pobre en este aspecto, son contraproducentes".
"Estas sanciones económicas del país con escasos recursos y autosuficiencia alimentaria están afectando al propio pueblo. Lo que hacen [los funcionarios del Gobierno japonés] es estúpido".
También hubo quienes afirmaron que las sanciones deberían redirigirse, por ejemplo, imponerse contra EEUU.
Muchos cuestionaron la eficacia de las sanciones y exigieron un informe sobre sus resultados en lugar de un anuncio de las nuevas, reconociendo que no funcionan y no tienen sentido porque solo el 15% del mundo las ha impuesto. "Solo son anuncios sobre sanciones. Sería mejor darnos a saber si sirven de algo", escribió un internauta.
"El Gobierno japonés debería dejar de apoyar a los neonazis que llevan ocho años matando gente. De este modo, por muchas sanciones que se impongan, no servirán de nada", indicó otro.
Alguien incluso se disculpó por las sanciones, afirmando que estas "no son la decisión de todos los japoneses" y añadió: "Les pedimos disculpas".
Hay que destacar que los expertos llevan mucho tiempo hablando del carácter declarativo y simbólico de los paquetes de restricciones.
"La imposición de nuevas sanciones por parte de Japón es una demostración de solidaridad con Occidente. Se puede decir que se trata de una especie de gesto simbólico que Japón envía a sus socios occidentales", comentó Dmitri Streltsov, jefe del Departamento de Estudios Orientales del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú.
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