Alemania entró en recesión técnica en el primer trimestre de 2023, según los datos de la Oficina Federal de Estadística. De acuerdo con los expertos, esta desaceleración económica se debe a la ruptura de los lazos energéticos de Berlín con Moscú, lo cual contribuyó a una paulatina desindustrialización y agravó la crisis en el país.
"Los suministros de energía a largo plazo, fiables, baratos y abundantes de Rusia desempeñaron un papel crucial en el desarrollo y fortalecimiento del sector industrial de Alemania", aseguró a Sputnik Paolo Raffone, analista estratégico y director de la Fundación Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) en Bruselas.
En sus palabras, los Estados transatlánticos siempre se han opuesto al "fácil" suministro energético de Moscú a Berlín. El objetivo fue y sigue siendo contener la potencia alemana basándose en el desarrollo de su industria.
"La misteriosa explosión de los gasoductos Nord Stream fue altamente simbólica y tenía tremendas consecuencias para la economía alemana. Sin los convenientes suministros energéticos rusos, Alemania volvió a entrar en un periodo de dificultades industriales que repercute en la economía general y en la vida de las personas", indicó el analista.
De acuerdo con los datos de la Oficina Federal de Estadística, el producto interno bruto (PIB) de la nación cayó un 0,3% en el primer trimestre de 2023 con un desplome del gasto de los hogares y las administraciones públicas del 1,2% y el 4,9%, respectivamente.
¿Va Alemania hacia la desindustrialización?
La inminente desindustrialización de Alemania se convirtió en el centro de atención de los economistas a finales del 2022. En octubre, el gigante químico alemán BASF reveló sus planes de trasladar parte de sus instalaciones de producción a China, alegando los elevados costos energéticos. La decisión se produjo tras los sabotajes contra los gasoductos Nord Stream en septiembre de 2022. Al mismo tiempo, al menos el 9% de las pequeñas y medianas compañías industriales alemanas declararon que también trasladarían su producción al extranjero, según muestra una encuesta de la Fundación para la empresa familiar en el país.
Además, BASF anunció en febrero de 2023 que recortaría 2.600 puestos de trabajo, lo cual constituye el 2,3% de su plantilla a escala global. De estos puestos, 1.800 se verían eliminados en la sede de Ludwigshafen, en Alemania.
Existe un peligro real de desindustrialización en Alemania y este proceso durará varios años, destacó Alexander Rahr, politólogo alemán.
"De hecho, debido al aumento de los precios de los recursos energéticos y de los recursos en general, debido a los altos impuestos que existen en Alemania, muchas empresas pensaron seriamente en trasladar sus negocios a EEUU, donde todo es más barato, donde hay otros privilegios, donde hay más estímulos, ayudas a las grandes empresas que en Europa, menos impuestos y otros incentivos más. O [trasladar sus negocios a] China", declaró Rahr a Sputnik.
Mientras tanto, la destrucción de Nord Stream y la decisión de Berlín de sumarse a las sanciones energéticas colectivas de Occidente contra Rusia "no son la única fuente del declive de la fortuna económica de Alemania", subrayó Gunnar Beck, eurodiputado del partido Alternativa para Alemania.
"El Gobierno alemán está llevando a cabo políticas muy insensatas también en otros aspectos. En primer lugar, está la llamada transformación verde o agenda verde. Alemania trata de sustituir no solo la energía rusa, sino todos los combustibles fósiles y elimina gradualmente la energía nuclear", afirmó Beck a Sputnik.
En sus palabras, el Gobierno del país agrava los efectos de la disminución de las importaciones de energía de Rusia y pronto podría enfrentarse a un declive económico aún más agudo.
¿Por qué el optimisno del canciller alemán no tiene razón de ser?
El canciller alemán, Olaf Scholz, ignoró los últimos datos económicos, asegurando que las perspectivas económicas de Alemania son "muy buenas".
"Las predicciones [de Scholz], extremadamente optimistas y yo diría que poco realistas, se basan en el supuesto de que todo el mundo se pasará a la energía verde y que Alemania desarrollará diversas fuentes de este tipo de energía con la suficiente rapidez como para situarse a la cabeza de la competencia. Eso es muy cuestionable", declaró Beck.
El político explicó que actualmente Berlín apenas es líder en muchos ámbitos de las energías limpias y que tendría que recuperar mucho terreno perdido. En sus palabras, en lo que respecta a los coches eléctricos, Alemania está claramente por detrás de China y Japón.
Mientras tanto, Paolo Raffone explicó que las energías renovables, eólica y solar, y los suministros alternativos de gas, gas licuado pueden reducir la escasez de energía, pero no su costo. Agregó que ninguna de esas fuentes es totalmente fiable ni abundante.
"Las inversiones en energías renovables necesitarán mucho tiempo para alcanzar el umbral de rentabilidad y su fiabilidad depende de las condiciones meteorológicas. El suministro de gas licuado conlleva costos elevados, [transporte y procesamiento], sin ser independiente de las incertidumbres geopolíticas. El próximo invierno, [años 2024-2025], será probablemente el momento de la verdad para estas soluciones. Varios investigadores ya dan la voz de alarma por la probable escasez de energía en Alemania", subrayó.
El analista advirtió que los indicios de recesión podrían profundizarse y hacerse estructurales hacia finales de 2023, con las consiguientes consecuencias sociales y políticas para el Gobierno de Scholz y especialmente para "el Partido Verde, muy proestadounidense en las regiones occidentales".
"Se prevé que Alemania tenga al menos entre un 7% y un 8% [de inflación] este año. Y la inflación de los precios de los alimentos en Alemania ronda el 23%. Así que ese es el efecto sobre los consumidores, el nivel de vida alemán, el nivel de vida de la clase media alemana cae en picado. Los costos de producción de la industria alemana aumentan muy bruscamente. Eso tiene un efecto negativo sobre la competitividad industrial de Alemania en el mercado mundial", puntualizó.
¿Cómo podría afectar a la Unión Europea la desaceleración económica de Alemania?
Dado que Alemania ha sido durante mucho tiempo el buque insignia de la Unión Europea, según los interlocutores de Sputnik, su declive podría ser contraproducente para el bloque.
"La economía europea y la política monetaria dependen de la economía alemana (…) el comisario europeo Paolo Gentiloni dijo ayer [26 de mayo]: 'Si Alemania no crece, no es una buena noticia para Europa'. La industria manufacturera italiana está estrechamente vinculada a la alemana y, por tanto, la situación en Alemania también puede afectar a Italia. Esta es la realidad", destacó Raffone.
En palabras de los entrevistados, continuar con la política de apoyo a Ucrania y "aislar a Rusia" tendrán un costo para los gobiernos europeos. No obstante, es poco probable que la Unión Europea dé marcha atrás en su rumbo político, ya que el bloque sucumbió a la presión de Washington.
"Alemania y Europa se enfrentarán a problemas sociales colosales. Los alemanes, los europeos están acostumbrados a vivir muy bien y cómodamente. Pero esta vida vale mucho, todo es muy caro. Y si los recursos, recursos energéticos, materias primas y todo eso sube de precio, la producción de tecnologías que se venden será menor y no suficiente. Entonces surgirán cuestiones sociales que pueden convertirse en graves problemas", concluyó Rahr.
Los países europeos viven una crisis energética debido a las restricciones de sus gobiernos contra los combustibles rusos por la operación militar especial en Ucrania. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó que la política de contención y debilitamiento de Rusia es una estrategia a largo plazo de Occidente y que las restricciones han supuesto un duro golpe para toda la economía mundial. En sus palabras, las sanciones contra Rusia perjudican más a aquellos que las imponen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario