Los Estados Unidos no han tomado una decisión sobre la transferencia de misiles ATACMS a Ucrania.
El Presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, confirmó que la cuestión del posible suministro de misiles ATACMS de largo alcance a Ucrania todavía está en discusión. Este tema es de particular interés, dado que Kiev ha declarado repetidamente la necesidad de obtener tales armas capaces de alcanzar objetivos a una distancia de hasta 300 km. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, enfatizó categóricamente la importancia vital de tales armas para el ejército del país.
Sin embargo, a pesar de las persistentes solicitudes de Ucrania, la parte estadounidense hasta ahora se ha abstenido de satisfacerlas. Fuentes en Washington, citadas por Politico, expresan su preocupación por el posible agotamiento de sus propios arsenales de misiles, y también temen el posible uso de misiles por parte de Ucrania para ataques en territorio ruso, lo que podría conducir a un agravamiento del conflicto.
La posición de los Estados Unidos se mantuvo sin cambios incluso después de que el Reino Unido decidiera suministrar a Ucrania misiles Storm Shadow de largo alcance con un alcance de más de 250 km en mayo de este año. Kiev ya ha utilizado estos misiles, por ejemplo, durante el ataque a Lugansk el 12 y 15 de mayo, así como para los ataques en Mariupol y Berdyansk. Según el Ministerio de Defensa ruso, Ucrania continúa utilizando activamente misiles Storm Shadow, tres de los cuales fueron interceptados por los militares el 29 de mayo, y tres más un día antes.
La situación preocupa al Kremlin, que reaccionó negativamente a los informes sobre el suministro de armas de largo alcance desde el Reino Unido a Ucrania y exigió una "respuesta adecuada" de los militares. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo anteriormente que el suministro de misiles de largo alcance a Ucrania se considera una "línea roja" para Moscú.
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