El artículo, titulado La mayor amenaza para Estados Unidos no es China o Rusia, gira en torno a la creciente deuda de EEUU, que en las últimas semanas se ha convertido en el mayor problema político del gobierno de Joe Biden, aunque se trate de un problema que el país norteamericano arrastra desde hace décadas.
Si bien el presidente estadounidense se ha mostrado optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo con la bancada republicana para subir el techo de la deuda, lo cierto es que actualmente las negociaciones entre el Ejecutivo y la oposición se encuentras estancadas, y el riesgo de que EEUU caiga en un default por primera vez en su historia es cada vez más real.
Hasta el momento, los republicanos, liderados por el presidente de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy, se han mantenido firmes en su posición en que no darán visto bueno a un mayor aumento de la deuda y proponen llevar adelante recortes en el financiamiento de numerosos programas e iniciativas gubernamentales.
El análisis recoge ese debate y parte de una premisa sencilla: si EEUU tiene 31 billones de dólares, y toda su economía vale 26,9 billones, algo no está funcionando.
"Para aquellos de ustedes que no son aficionados a las matemáticas, eso significa que debemos mucho más de lo que ganamos. (...) Si bien Estados Unidos ciertamente no es un comercio, se aplican algunas de las mismas leyes y lógica", señala el analista.
En ese sentido, el autor recuerda el comentario del ministro de finanzas de China al entonces secretario del Tesoro estadounidense, Hank Paulsen, en el punto álgido de la Gran Recesión de 2008: la deuda de Estados Unidos es una grave amenaza para la seguridad nacional.
"La única razón por la que se nos ha permitido gastar e imprimir dinero con desenfreno se debe en gran medida a que el dólar estadounidense es la principal moneda de reserva en el mundo", señala el artículo. Pero advierte enseguida: "Esos días están terminando".
Entre las razones que mencionan, una de las principales es la desdolarización que está en marcha impulsada por varios países, incluyendo China, la segunda economía más grande del mundo.
La moneda de China está siendo considerada por gran parte del mundo en desarrollo como una alternativa potencial, indica en referencia al yuan, añadiendo que esta situación diluirá la potencia del dólar estadounidense si el movimiento de desdolarización cobra mayor fuerza.
"Dado el gasto imprudente (y la devaluación del dólar estadounidense) en el que se han involucrado los políticos estadounidenses, junto con la utilización política del dólar, ahora existe un incentivo real para que el resto del mundo avance y se diversifique. Una vez que eso suceda, esos números aparentemente inventados en los muchos billones de dólares que representan la deuda de Estados Unidos se volverán reales para todos los estadounidenses", sentencia el artículo.
Con respecto a cuál puede ser la solución implementada para resolver esta dramática situación, el autor de la nota propone una serie de medidas (aumento de impuestos, alentar la inmigración masiva para dinamizar la economía, recorte drástico del gasto social), pero llega a la conclusión de que todos ellos generarían crisis políticas, sociales y económicas en el país y por lo tanto son impracticables.
"Sin embargo, una cosa está clara", advierte, "la deuda (...) es una carga enorme que hace que nuestro país sea vulnerable. Si no se controla, podría destruir nuestra economía nacional, lo que, a su vez, eliminaría a Estados Unidos como la potencia mundial dominante".
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