La Administración del Ciberespacio de China (CAC) anunció el 21 de mayo que un examen de ciberseguridad indicaba que los productos de Micron Technology "presentan riesgos de ciberseguridad relativamente graves, que plantean importantes riesgos de seguridad para la cadena de suministro de infraestructuras de información críticas del país y afectarían a la seguridad nacional". Por ello, la CAC prohibió al fabricante de semiconductores estadounidense participar en los proyectos nacionales de infraestructuras críticas de la República Popular.
En respuesta, el Departamento de Comercio de EEUU expresó su oposición a las restricciones, insistiendo en que "no tienen fundamento". Mientras tanto, las acciones de Micron se desplomaron un 6% el 22 de mayo, dado que la empresa estadounidense solía obtener más del 10% de sus ingresos en el mercado chino.
"Es bastante interesante que Washington pueda estar conmocionada o sorprendida por esta noticia", afirmó a Sputnik el consultor sobre asuntos de Asia-Pacífico y comentarista geopolítico, Thomas W. Pauken II.
Al fin y al cabo, subraya, EEUU tomó unas medidas similares para impedir que los semiconductores y los fabricantes de chips chinos participen en las cadenas de suministros en EEUU. De hecho, estas restricciones también abarcaron a las empresas que están meramente relacionadas con la fabricación de chips y semiconductores chinos.
"Así que este no es un caso en el que haya una conmoción o un anuncio sorpresa. En realidad es básicamente China haciendo lo mismo que EEUU ha estado haciendo a China", recalcó Pauken.
Desde octubre de 2022, Washington ha impuesto amplias restricciones a la exportación de microprocesadores avanzados y equipos de fabricación de chips a China, tratando de cortar el acceso de la nación a la tecnología crítica. Antes de eso, bajo la Administración Trump, EEUU y sus aliados occidentales iniciaron nada menos que una cruzada contra los gigantes de las telecomunicaciones de la República Popular, incluido su buque insignia Huawei, alegando preocupaciones de "seguridad".
"Es una respuesta muy simple para que Pekín haga y diga: 'Bueno, ¿acaso EEUU no ha actuado de manera similar a lo que hemos estado haciendo?' Así que sería hipócrita por parte de EEUU criticar a Pekín por tomar medidas similares a las de Washington. Es hipocresía en estado puro", indicó el analista, calificando de "absurdo" el que Washington critique a China mientras está haciendo exactamente lo mismo.
Pauken sugirió que Micron no había sido sorprendida con la guardia baja. Cuando el experto visitó Taiwán en abril, se enteró por su fuente de que el alto ejecutivo de la compañía en la oficina de la ciudad de Kaohsiung había empezado a despedir empleados el mismo mes. En opinión del comentarista, es plausible que la sucursal taiwanesa de Micron hubiera anticipado estas instrucciones, por lo que podría darse el caso de que hubieran sido alertados por Pekín de que había una investigación y probablemente se hubieran dado cuenta de que las posibilidades de seguir vendiendo sus tecnologías de chips en China eran escasas.
Según Pauken, ya habían empezado a realizar despidos incluso antes de que se produjera este anuncio. No obstante, aunque estaban preparados para el anuncio de la CAC, tuvo un impacto devastador. "Por lo que oí, los despidos en las oficinas de Taiwán fueron masivos. Definitivamente, es un gran problema para Micron", aseveró.
Sin embargo, según Pauken, hay más de lo que parece a simple vista. En su opinión, la situación indica claramente que Pekín logró avances considerables en la fabricación de chips a pesar de que EEUU intenta contener el auge tecnológico del país.
"También hay que pensar en esto desde un nivel estratégico. Es imposible que China hubiera bloqueado ningún chip de Micron si esto causara un daño extremo a la economía china. Obviamente, habrían establecido cadenas de suministro en su lugar y tienen chips fabricados en China que tal vez no son iguales en calidad a Micron, pero lo suficientemente cerca como para que pudieran manejar el impacto de no más chips Micron llegando a China", comentó.
El experto resumió sugiriendo que no hay manera de que Pekín haya hecho este anuncio de repente.
"Se prepararon para ello con mucha antelación en previsión de que, por supuesto, EEUU y Micron se quejarían. Pero también tomaron las medidas adecuadas para proteger su economía de verse gravemente dañada por este anuncio", concluyó.
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