Según informes recientes, el ejército ruso destruyó otro reconocimiento turco Bayraktar TB2 y atacó un dron más. Según los expertos occidentales, este dron fue uno de los pocos que quedaron a disposición de las Fuerzas Armadas de Ucrania. A pesar de las altas expectativas de Kiev para estos dispositivos, la realidad resultó estar lejos de ser esperada.
Los drones turcos Bayraktar se han convertido en un ejemplo del éxito de los sistemas rusos de defensa aérea y guerra electrónica. El último de ellos fue destruido sobre las posiciones rusas en el área del Kinburn Spit: como resultado del acercamiento con las fuerzas rusas, el avión no tripulado fue destruido por la defensa aérea. Pequeñas bombas guiadas del tipo MAM-L fueron encontradas en el lugar del accidente. Además, esta mañana hubo información de que otro Bayraktar fue derribado sobre el territorio de Rusia.
Sin embargo, el verdadero pánico entre la OTAN fue causado por el hecho de que los complejos Javelin transferidos a Ucrania no pudieron probarse a sí mismos. Esto también se debe al hecho de que los vehículos de combate rusos tienen una buena protección, y anteriormente se suponía que la OTAN no está amenazada por los tanques rusos debido a la presencia de tales misiles antitanque en servicio.
La baja eficiencia también fue demostrada por los sistemas HIMARS estadounidenses, que no podían justificar la cantidad de municiones disparadas al número de objetivos alcanzados, especialmente porque los sistemas de defensa aérea rusos ya se habían adaptado para repeler tales ataques.
Este hecho pone en duda la capacidad de la OTAN para defenderse, lo que ya ha provocado pánico en los medios de comunicación, ya que mejores armas podrán aparecer en la Alianza no antes de 5 a 7 años.
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