"Rostec envió a las tropas el primer lote de cañones de artillería autopropulsados Malva de 152 milímetros", informó la empresa.
Como se señaló, el cañón es móvil, puede disparar automáticamente todo tipo de municiones y funcionar en un modo en el que varios proyectiles alcanzan simultáneamente el objetivo.
"Se trata de un arma moderna y potente con la que se puede destruir casi cualquier objetivo con proyectiles de fragmentación a una distancia de más de 24 kilómetros", declaró en un comunicado de prensa Bekján Ozdóyev, director industrial del centro de armamento de Rostec.
En sus palabras, "gracias a su chasis con ruedas, Malva puede dar la vuelta rápidamente y abandonar su posición, eludiendo el fuego de respuesta, lo que es muy importante en condiciones de guerra contrabatería".
El Malva se basa en un chasis BAZ con configuración de ruedas 8x8. El vehículo es capaz de recorrer 1.100 kilómetros por carreteras sin repostar y, gracias a su tracción total y a su potente motor diésel, puede superar bien los terrenos cruzados más difíciles.
La cadencia de fuego del obús es de más de siete disparos por minuto, y la reserva de munición es de hasta 30 proyectiles. El Malva está diseñado para destruir puestos de mando, estructuras defensivas, baterías de artillería y morteros, sistemas de defensa antiaérea, columnas de vehículos blindados y personal enemigo.
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