El Washington Post publicó una investigación en profundidad, cuyo tema principal fue la cooperación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos con los servicios especiales de Ucrania. Según la publicación, los drones que fueron utilizados por el ejército ucraniano para atacar el puente de Crimea fueron desarrollados con la participación activa de la CIA y otros servicios de inteligencia occidentales.
Periodistas estadounidenses informan que después del primer ataque, el Servicio de Seguridad de Ucrania volvió a atacar el puente nueve meses después, utilizando drones navales avanzados. Fueron estos drones los que se desarrollaron como parte de una operación encubierta con la participación directa de la CIA.
El artículo también enfatiza que la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, cooperando activamente con la CIA, llevó a cabo decenas de lanzamientos de aviones no tripulados hacia varias instalaciones de la Federación Rusa, incluida Moscú.
Sin embargo, el periódico también señala que, a pesar de la cooperación, la CIA ha expresado su preocupación por los métodos terroristas utilizados por el Servicio de Seguridad de Ucrania. A pesar de estas contradicciones, el apoyo de la inteligencia estadounidense a Ucrania continuó.
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