Prueba de ello es el discurso del canciller ruso, Serguéi Lavrov, en el foro parlamentario Rusia-América Latina, que se llevó a cabo recientemente en Moscú. En él, señaló que las naciones latinoamericanas y caribeñas deben tener mayor representación a nivel mundial.
"No solo presenciamos la formación de una arquitectura multipolar más justa de las relaciones internacionales, sino que también participamos directamente en este proceso. Parte integral de este es un aumento del rol de los Estados y asociaciones de América Latina y el Caribe en los asuntos mundiales. Su voz se vuelve cada vez más fuerte y su palabra tiene cada vez más peso. Rusia saluda esta tendencia y está trabajando para reforzarla", expuso.
"Rusia ve a América Latina como aliada estratégica por su actitud contestataria frente a Estados Unidos en diversos temas, por ejemplo, Ucrania, esto a diferencia de Europa, que se ha subordinado a [Washington]. Salvo algunas naciones latinoamericanas, la región ha sido bastante [reacia] a Estados Unidos", asegura López Almejo.
Esta actitud, dice el especialista, es vital para no doblegarse ante la Casa Blanca y sus aliados, quienes han tenido una posición política y económica hegemónica durante décadas, la misma que, poco a poco, se desdibuja, de acuerdo con el experto.
En esta misma línea, el maestro en Seguridad Nacional por el Colegio de Defensa Nacional de México, Alejandro Martínez Serrano, sostiene que Latinoamérica y el Caribe son piezas clave para la multipolaridad.
"América Latina es muy importante para la construcción de este mundo multipolar, puesto que, en esta región, encontramos países con desarrollos económicos y políticos interesantes, como sería el caso de Brasil o de México en el contexto latinoamericano", señala Martínez en una entrevista con Sputnik.
La presencia cuenta
En su participación en el foro parlamentario Rusia-América Latina, el ministro de Asuntos Exteriores ruso hizo hincapié en que los Estados latinoamericanos y caribeños deben tener una representación digna y más fuerte en bloques y asociaciones clave como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y su Consejo de Seguridad, el G20 y el bloque BRICS.
Además, Lavrov expuso que tanto su país como América Latina tienen un firme compromiso en democratizar la comunicación intergubernamental basada en los principios del derecho internacional, sobre todo en la Carta de la ONU.
Para López Almejo, quien es investigador por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conacyt) de México, esto habla de cómo se está buscando que los países latinoamericanos dejen de estar subrepresentados en las estructuras más relevantes en la actualidad, lo cual tendría resultados positivos a corto y largo plazo.
"Esa fuerza política y el coraje que han mantenido los mandatarios de América Latina contemporáneos no los mostró ni siquiera Europa (...). No obstante, tiene que haber una proporción entre lo que somos materialmente, gracias a nuestros recursos, y lo que representamos en los foros internacionales", asevera.
Para ello, agrega el experto, podrían incluirse más naciones latinoamericanas al bloque de los BRICS, quienes acompañarían a Argentina y Brasil en ese grupo.
"Por las características políticas y la similitud metodológica de extensión territorial, de recursos y también por ser países contestatarios de Estados Unidos, probablemente Venezuela y Colombia podrían adherirse", observa López Almejo, quien precisa que, en el caso de la nación gobernada por Gustavo Petro, dependerá si no sufre una debacle por las críticas a su Administración.
Acerca de la integración de México a ese grupo, los internacionalistas coinciden en que un gran obstáculo para ello es su cercanía comercial y geográfica con Washington.
"Tiene la capacidad económica, tamaño de población y condiciones de economía exportadora, pero hay una limitante: su pertenencia al tratado con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), heredero del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)", subraya Martínez Serrano.
Estrategias a seguir por Moscú
Los expertos mencionan que algunas de las estrategias de Rusia para fortalecer su vínculo con América Latina y el Caribe versan en rubros como la educación y la cultura.
"Rusia colabora con intercambios académicos y cuestiones culturales en Latinoamérica. También apoya en temas de la agenda global, como lo es el cambio climático o la lucha contra la delincuencia organizada, por ejemplo", expone Martínez Serrano, especialista en temas internacionales y profesor en la Universidad La Salle.
En materia de diplomacia, apunta López Almejo, Rusia ha facilitado algunos trámites. Por ejemplo, comenta que mejoró el proceso de visado para los mexicanos que desean visitar el territorio ruso, así como el tiempo de estancia para los interesados.
"Rusia está haciendo cosas muy interesantes. Tiene una buena imagen en América Latina ya que, por lo general, no compramos el discurso y la propaganda de Occidente, especialmente de Estados Unidos, que intenta denigrar a un país que se le opone", reflexiona.
Estas acciones ya se reflejan en la inminente desdolarización de las economías tanto de Latinoamérica como del resto del planeta.
"Estados Unidos tiene como síntoma la desdolarización. Esto se debe a que las regiones se están consolidando, pero para tener éxito, deben pasar de lo discursivo e ideológico a lo material, donde comercialicen más entre ellas, entre los bloques, tal y como ya lo están haciendo los BRICS, que están desafiando el modelo hegemónico convencional", concluye el experto.
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