Los buques de guerra británicos desplegados por la entonces primera ministra Margaret Thatcher, durante la Guerra de las Malvinas, en 1982, estaban armados con armas nucleares de profundidad, así ha relevado este lunes un nuevo documento publicado en los Archivos Nacionales del Reino Unido.
En diciembre de 2003, el Ministerio de Defensa británico admitió que transportó armas nucleares a las Malvinas y que incluso un contenedor de armas había sido dañado, pero antes de publicación de este archivo, no se había revelado más detalles ni el número de armamento.
El archivo marcado como “Atómico de alto secreto”, publicado por el portal Declassified UK detalla que 18 armas nucleares estaban en el portaviones británico HMS Hermes, 12 en el portaviones Invincible (Invencible) —donde sirvió durante la guerra el príncipe Andrés— y una más en el barco auxiliar de la Flota Real, Regent.
La nota publicada por el periodista británico Richard Norton Taylor, reclama que la presencia de armas nucleares “causó pánico entre los funcionarios en Londres”, cuando se dieron cuento de los daños que podrían haber causado. El momento de máxima preocupación británica fue cuando la Fuerza Aérea Argentina derribó el HMS Sheffield, el 10 de mayo de 1982. En los altos mandos de Defensa no sabían si el mismo contenía o no misiles nucleares.
Según el texto, la existencia de las armas nucleares había causado una disputa entre el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Asuntos Exteriores británico, ya que la Cancillería deseaba “desarmar” las armas.
Al negarse a hacerlo, la Marina británica argumentaba que “En caso de tensión u hostilidades entre nosotros y la Unión Soviética al mismo tiempo que la Operación Corporativa [el nombre en clave dado a la liberación de las Malvinas], la capacidad militar de nuestros buques de guerra se reduciría drásticamente”.
Conforme al documento, un acta del Ministerio de Defensa, con fecha 6 de abril de 1982, aludió a la “gran preocupación” de que algunas de las “bombas nucleares de profundidad” pudieran “perderse o dañarse y el hecho se hiciera público”. “Las repercusiones internacionales de un incidente de este tipo podrían ser muy perjudiciales”, agrega.
La Cancillería del país europeo, además se mostró preocupada, ya que un ataque nuclear contra Argentina hubiese supuesto la ruptura del Tratado de Tlatelolco de 1967, que firmado por todos los países latinoamericanos y caribeños, el acuerdo estableció una zona “libre de armas nucleares”, después de la crisis de los misiles de 1967.
Desde el año 1833, Argentina y el Reino Unido están implicados en una disputa territorial sobre las islas Malvinas, ocupadas por los británicos. El conflicto causó una guerra de 74 días en 1982, en que murieron 649 soldados argentinos y otros 255 británicos. Desde entonces Argentina ha reivindicado la soberanía sobre las islas en distintos foros internacionales y ha instado a Londres a negociar para resolver la disputa, a lo que los británicos se niegan.
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