En el contexto de la explosión del puente de Crimea, hubo sugerencias de que el ataque se llevó a cabo utilizando el robot autónomo submarino REMUS 600, fabricado en el Reino Unido.
El REMUS 600 es un dron submarino capaz de operar a profundidades de hasta 600 metros y tener la capacidad de operar durante mucho tiempo, aproximadamente 70 horas a velocidades de hasta 5 nudos. Con un aumento en la capacidad de carga, su alcance alcanza aproximadamente 500 kilómetros. Este vehículo submarino se puede controlar con una computadora portátil normal, lo que lo convierte en una herramienta conveniente y móvil.
Si se confirma que el robot estaba equipado con explosivos y utilizado como medio para atacar el puente de Crimea, esto podría convertirse en un nuevo desafío serio. Probablemente, el lanzamiento de REMUS 600 podría llevarse a cabo desde un buque civil en el Mar Negro.
No hay declaraciones oficiales sobre qué vehículo no tripulado se utilizó para llevar a cabo el ataque.
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