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viernes, 14 de julio de 2023

Turquía paga el precio: la pérdida del F-35 y la compra de defensas aéreas rusas ponen de rodillas a Ankara ante Washington




Ankara entró en las peligrosas aguas de los riesgos político-militares al firmar un contrato para la compra de sistemas de defensa aérea rusos S-400. Los Estados Unidos de América, en respuesta, excluyeron a Turquía del programa F-35, ofreciendo la compra de cazas F-16 como alternativa.

En 2021, el ministro de Defensa turco, Ismail Demir, atrajo la atención de la comunidad mundial con su declaración sobre la posibilidad de adquirir cazas Su-35 y Su-57 de Rusia si Washington deja de suministrar el F-16 después de congelar las ventas de F-35.

Sin embargo, ahora Washington ha decidido intervenir con dureza. La compra de sistemas de defensa aérea S-400 por parte de Turquía no quedó exenta de consecuencias. La administración estadounidense ha notificado oficialmente a Ankara que los aviones de combate F-35 ahora están siendo retirados del programa de producción de Turquía, ya que el país violó el acuerdo al comprar sistemas de defensa aérea rusos.

Debido a las acciones de Ankara, las autoridades estadounidenses hicieron un movimiento decisivo, ahora Turquía está obligada a comprar 100 cazas F-35 de los Estados Unidos. Y esto siempre que Estados Unidos haya realizado cambios en el programa de producción y excluya a Turquía del programa F-35.

Es posible que la exclusión del programa F-35 sea un duro golpe para las ambiciones de Turquía en el campo de la aviación militar. A pesar de que la compra de cazas F-16 se ofrece como compensación, estos todavía no son cazas de quinta generación, como el F-35.

La decisión de Estados Unidos ha endurecido las relaciones entre los dos países, y Turquía parece estar en una situación crítica en la que tiene que elegir entre mantener relaciones con Washington y fortalecer sus capacidades militares a través de la cooperación con Moscú.

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