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lunes, 5 de octubre de 2015

Arabia Saudita y el retiro de activos en el extranjero: ¿Sería el comienzo de un colapso económico?

El retiro por parte de Arabia Saudita de decenas de miles de millones de dólares de sus activos financieros en el exterior ha planteado numerosas interrogantes sobre la situación económica del reino y de si continuará en amento su déficit en caso de que continúe la caída de los precios del crudo.




La economía saudí depende del crudo que representa casi el 90%

La economía saudí depende principalmente del crudo que representa casi el 90% de los ingresos de Riad, la cual había expresado su voluntad de aumentar la producción para mantener el precio del petróleo bajo por motivos políticos, entre ellos la crisis siria y las relaciones con Rusia e Irán, en un intento de debilitar las economías de ambos países, además de perjudicar la industria del petróleo de esquisto o esquisto bituminoso en Estados Unidos.

Pero Arabia Saudita no se percató que Rusia es un país grande, política y económicamente, y que Irán ha sido capaz, a pesar de las sanciones internacionales y el bloqueo, de sostenerse y retornar con fuerza a la comunidad internacional, y que Estados Unidos intenta depender de la producción de petróleo de esquisto como alternativa al petróleo y de reducir su dependencia del “oro negro”.

Riad comenzó a sufrir los efectos del colapso de los precios del petróleo y hay funcionarios sauditas que incluso han sugerido utilizar el oro en el sentido de que también es un mercado global o de vincular el precio del petróleo con el precio del oro, pero algunos analistas económicos en el reino han rechazado estas sugerencias.

Debido a la guerra que se libra en Yemen y la caída de los precios del petróleo a un nivel inesperado, Arabia Saudita procedió a retirar más de setenta mil millones de dólares de sus activos y de sus depósitos en el exterior con el fin de apoyar la economía doméstica. Sin embargo, algunos analistas advierten que la guerra en Yemen puede alargarse y el precio del barril de crudo puede permanecer por debajo de los cincuenta dólares lo cual agravaría la crisis financiera en Arabia Saudita.

Según publica el “Financial Times”, una parte importante de estos activos que ascienden a setenta y dos millardos de dólares se ha utilizado para financiar el creciente déficit del país, debido a los bajos precios del petróleo y la campaña militar en Yemen.

Los gestores de fondos explican que este movimiento de la autoridad monetaria de Arabia Saudí ha sido el “lunes negro” de los fondos de inversión, en referencia al retiro de decenas de mil millones de dólares en pocos días.

El experto en la firma consultora Rosa Maund Seibel le informó al sitio “Middle East Eye” que “la escena es perturbadora y el reino no puede resistir otros años más, a finales de julio de 2014, las reservas saudíes alcanzaron 669 millardos de dólares, por debajo de los 746 millardos que existían antes; Arabia Saudita posee, después de China y Japón, grandes reservas de divisas extranjeras que superan 16 veces las de Qatar, según el Banco Mundial, pero el reino no está exento de las sacudidas financieras”.

¿Dónde se esfumó ese dinero?



El príncipe Mohammad Bin Salman


Según la editora del sitio “Middle East Eye”, Simona Sikimic, en un artículo titulado “¿Es el retiro por parte de Riad de setenta millardos de sus activos un indicador de desajuste?, no existe una política fiscal clara o gastos registrados, pero lo cierto es que parte del dinero se ha desembolsado para cubrir el déficit fiscal interno que crece debido a las sucesivas crisis”.

Seibel señaló que “el déficit fiscal en Arabia Saudita podría llegar este año al veinte por ciento del producto interno bruto, aunado a la salida de capitales considerables que indican que la situación económica es preocupante”.

Jason Tuvey, el analista económico en el “Capital Economics Group”, señaló que la situación financiera actual continuará por un tiempo; aclarando que “el drenaje de reservas financieras externas representa la nueva realidad de la política saudí y no debería haber ninguna sorpresa sobre ese particular”.

Arabia Saudita se considera uno de los mayores consumidores de energía en la región, la demanda local se incrementó en un 7.5% durante los últimos cinco años, impulsado en gran medida por el crecimiento de la población y también porque está expuesta a fluctuaciones climáticas drásticas, además de que sus recursos de agua renovables son limitados y su economía depende en gran medida de las exportaciones de combustibles fósiles. Aunado a ello, los informes de la organización FAO no auguran nada positivo en cuanto al progreso agrícola debido a la naturaleza desértica del país.

Cabe destacar que en 1990 la deuda pública saudí se elevó hasta alcanzar el 100 % de su PIB, pero después de la bonanza petrolera y la subida de los precios a principios del año 2000, Riad fue capaz de reducir su deuda hasta llegar a ser la más baja del mundo.

Los analistas señalan que las autoridades, en un intento de aliviar el déficit y el drenaje de sus reservas en moneda extranjera, tuvieron que emitir bonos del tesoro por un valor de veintisiete mil millones de dólares, que pueden utilizar para estabilizar la moneda, pero advierten que esto no va a ser útil a largo plazo.

Arabia Saudita tiene otros puntos débiles ya que subsidia hasta el 80% de sus importaciones de alimentos y según el diario británico “The Guardian”, una cuarta parte de los saudíes son pobres y la cifra de desempleo alcanza el 12%.

El diario británico “The Guardian” había publicado un artículo titulado “Un príncipe saudí exige un cambio de régimen en el país y la dimisión del rey Salman Bin Abdul Aziz”. El autor del artículo, Hugh Miles, señaló que “un destacado príncipe saudí de alta jerarquía exige el cambio de régimen en el reino que enfrenta los mayores desafíos de todos los tiempos, a raíz de las guerras libradas y por el bajo precio del petróleo, así como las críticas por su gestión durante la temporada de peregrinación”.

Miles señaló que el príncipe saudí autor de la misiva, quien es uno de los nietos del fundador del reino, Abdul Aziz Bin Saud, reveló el malestar que siente la familia real y el pueblo del reino del actual monarca que dirige los destinos del país, señalando que el príncipe, cuyo nombre no fue revelado por razones de seguridad, escribió dos cartas exigiendo la destitución del rey actual. Aclaró que “este rey no está en una posición estable y de hecho, es su hijo, el príncipe Mohammad Bin Salman, quien dirige los asuntos del país”. El príncipe “ha recibido un amplio apoyo desde el interior y fuera de la familia gobernante y de la sociedad en general; pero este discurso no goza de apoyo público, salvo de una de las figuras importantes de la monarquía, y eso es natural con respecto a la historia saudí y su castigo brutal a los opositores políticos”.

FUENTE

Fuente: As-Safir

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